Médicos venezolanos alertan sobre los riesgos de Abdala, la dosis cubana comprada por Maduro
El fármaco llegó la semana pasada al país y no cuenta con la certificación de la OMS
¿Puede causar la vacuna de Pfizer alguna reacción a los 15 días?
Ymarú Rojas
El régimen de Nicolás Maduro firmó un contrato para la adquisición de 12 millones de dosis Abdala, fabricada por Cuba , para ser usada en las jornadas de vacunación en Venezuela contra el Covid-19. Pero el medicamento que ha llegado al ... país sudamericano no cuenta con la certificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que inmediatamente generó desconfianza porque es apenas un candidato vacunal. Desde Cuba llegó un primer lote por el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar (que sirve a Caracas) el 24 de junio, cuando el Gobierno chavista celebraba los 200 años de la Batalla de Carabobo, una hazaña que selló la independencia de Venezuela. Ese día, la vicepresidenta chavista, Delcy Rodríguez , hizo el anuncio pero no especificó el número de dosis que entró al país.
Rodríguez destacó que el objetivo es « avanzar en el proceso de inmunización masiva » en el país. En su declaración, la vicepresidenta chavista aseguró que Venezuela se convirtió en el primer país del mundo en recibir este medicamento, cuyo tratamiento es de tres dosis, y tiene una efectividad de 92,28%, según ensayos clínicos cubanos. Cuba también ha producido Soberana 02, que presenta una eficacia del 62% con dos dosis, y países como Argentina, México, Vietnam y Venezuela han manifestado su interés en comprar las dosis.
La Academia de Medicina de Venezuela ha reaccionado de inmediato y en un comunicado ha expresado sus dudas y preocupación por la posibilidad de que la llegada de las vacunas cubanas sean «por razones eminentemente políticas». Asimismo, han enfatizado en que el resultado de las investigaciones no ha sido publicado en revistas científicas sino en el periódico cubano 'Granma', un medio dirigido por el partido comunista y que señaló en su publicación que el producto fue estudiado por comités independientes de ese país.
Salud en riesgo
La Asociación de Investigadores del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas ha fijado posición tras la llegada de Abdala al país y a través de un comunicado han dicho estar preocupados por la adquisición de las dosis cubanas, y aunque muestran su reconocimiento por la iniciativa de la isla caribeña. De esa manera, han dicho que no han cumplido con «las fases clínicas de evaluación de cualquier biológico y que estos estudios sean publicados en revistas avaladas por pares y aprobados por alguna agencia reguladora». La asociación ha asegurado que de momento «ni los estudios de la fase 1 y 2 (seguridad e inmunogenicidad) ni fase 3 (eficacia) están publicados en alguna revista científica, aunque sea en formato de prepublicación».
En consonancia, la ONG Médicos Unidos de Venezuela (MUV) ha dicho que este fármaco seguirá siendo «candidata a vacuna» hasta que no sea «evaluada, cumpliendo normas internacionales, y no exista comprobación de su seguridad y eficacia». Asimismo, la organización que agrupa a los médicos del país criticó que el Gobierno de Maduro haya firmado el contrato para la compra de 12 millones de dosis de Abdala cuando negó la autorización a AstraZeneca.
«Resulta hasta sospechoso el rechazo a esta vacuna -la AstraZeneca-, pareciendo una componenda dilatoria para terminar invirtiendo en un prototipo de vacuna, sobre todo poniendo en riesgo la salud de los venezolanos», agregó MUV en un comunicado.
Deuda a la OMS
En marzo, Maduro prohibió la entrada de las vacunas AstraZeneca que iba a recibir el país a través del mecanismo Covax de la OMS . «No va a entrar ninguna vacuna al país, ni debe ser enviada, que no haya sido autorizada por nuestros institutos científicos nacionales», dijo el gobernante entonces. El argumento del régimen chavista para rechazar el medicamento eran los efectos secundarios de la vacuna, sin embargo, todo ese asunto fue un pretexto por la deuda que tenía Venezuela con la OMS, una deuda que el presidente interino Juan Guaidó se comprometió pagar para inmunizar a los venezolanos.
Un mes después, el Gobierno de Maduro dijo que había pagado al sistema Covax para poder comprar 5 millones de vacunas, pero aseguró que no han llegado a Venezuela porque hay cuatro pagos «bloqueados». El país sudamericano ha cancelado 109 millones de dólares de la cuota de 120 millones de dólares que le corresponde, según las autoridades.
Venezuela, que cuenta con poco más de 28 millones de habitantes, inició en mayo un «plan masivo» de vacunación para aplicar unas 3,5 millones de vacunas rusas (Sputnik-V) y chinas (Sinovac y Sinopharm) . El proceso ha sido criticado por especialistas por su desorganización, lentitud y por ser confuso. Los jerarcas del régimen chavista fueron los primeros en ponerse las vacunas, entre ellos, Nicolás Maduro y su esposa Cilia Flores, alardearon a través de las redes sociales su visita al centro médico donde recibieron las dosis contra el coronavirus.
El domingo, el país contabilizó 269.635 contagios de la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, de la que ya se han recuperado 250.528 pacientes, lo que supone el 93% del total. Actualmente, hay 16.039 casos activos. Mientras que 3.068 personas han perdido la vida desde que se registraron los primeros casos en marzo de 2020.
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