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Más de dos mil personas protestan ante el CAC por la retirada de licencias de radio

Más de dos mil personas protestan ante el CAC por la retirada de licencias de radio

«La libertad no hace felices a los hombres, los hace sencillamente hombres». Con esta cita de Manuel Azaña cerró Albert Rivera, líder de Ciudadanos (C´s), la concentración de protesta contra el concurso de adjudicación de frecuencias de radio fallado hace dos semanas por el Consejo Audiovisual Catalán (CAC). Una concentración que reunió ayer a más de dos mil personas ante la sede barcelonesa de este organismo autonómico al grito de «libertad de expresión» y «Montilla dimisión y vete con Carod».

En un acto vigilado por dos furgones de Mossos d´Esqua-dra, pero en el que no se produjo el más mínimo incidente, los concentrados, llegados de diversos puntos de Cataluña, se manifestaron en contra de «el cierre de las radios de Grupo Vocento, Cadena Cope y Cadena Ser». Además, reclamaron «más pluralidad» a los medios de comunicación de la Generalitat, TV3 y Catalunya Ràdio, e indentificaron claramente al Gobierno tripartito catalán como la «mano negra» tras la adjudicación de 83 frecuencias de radio locales que ha dejado sin algunas de sus frecuencias a Onda Rambla-Punto Radio, Cope y Cadena 100, y ha excluido a Grupo Zeta.

Guerra de cifras

«Dirán que éramos 300, pero ya sabéis lo que hicieron trescientos», aseguró Esperanza López en referencia a la batalla de las Termópilas, antes de dar paso a la lectura del manifiesto. Lo cierto es que la Guardia Urbana cifró la asistencia en 1.200 personas, mientras la organización hablaba de 3.000 asistentes convocados bajo el lema «en defensa de la libertad de expresión y contra la censura política». Todos ellos «armados» con pancartas en las que se recuperaba la careta que se convirtió en símbolo de la libertad de expresión durante la transición, enseñas de C´s y el PP, logos de algunas de las emisoras cerradas y mensajes contra el tripartito catalán. «Somos ciudadanos, no súbditos», arengó Albert Rivera tras la lectura del manifiesto, «y estamos aquí para decir que es una injusticia» la decisión del CAC. Una decisión que Rivera relacionó directamente con la voluntad del Gobierno tripartito de «mantener el oasis» catalán.

Todo ello a costa de acallar a las voces críticas y mantener el «cordón sanitario» que hace apenas un mes reclamó para ABC el presidente de ERC, Joan Puigcercós, después de que este diario denunciara los extras incorporados en el coche oficial del presidente del Parlamento autonómico, el también republicano Ernest Benach. «El peor mensaje es el de la sumisión», alertó Rivera, «queremos medios plurales y críticos con el poder».

«Neocaciquismo del siglo XXI»

«El CAC representa la guardia de las esencias del oasis catalán», aseguró el líder de ciudadanos, «pero para mantener durante 27 años ese oasis, es necario atar bien las costuras de la nación catalana que proclamó Jordi Pujol». Eso sí, añadió Rivera, «cobrando 130.000 euros e incluyendo siete ex cargos políticos» en el pleno de diez miembros que forma el CAC.

En este contexto, el presidente de C´s dejó claro que el auténtico responsable del fallo del CAC es el presidente de la Generalitat, José Montilla, y denunció la maniobra del Audiovisual Catalán como un ejemplo de «neocaciquismo del siglo XXI» y se preguntó «qué hemos hecho mal» durante estos 30 años de democracia para haber creado «una casta política» amplificada por la multiplicación de administraciones estatal, autonómica y local, «que sólo sirve para perpetuarse en el poder».

Rivera se felicitó por el éxito de la concentración convocada por Ciudadanos y los principales medios de comunicación perjudicados por el reparto de frecuencias del CAC como acto de desagravio y aseguró que «estamos aquí para decirle al CAC y a la Generalitat que no somos tontos, sabemos lo que están haciendo». Venimos, añadió, «a romper el oasis para tener unas instituciones al servicio del ciudadano, y lo vamos a conseguir». El líder del partido no nacionalista dejó claro además que «no se trata sólo de defender una radio, nos defendemos para que luego no vengan a por los demás» medios críticos con el poder en Cataluña.

El portavoz de C´s, Jordi Cañas, fue el responsable de leer un manifiesto en el que se advierte de que «el principal enemigo del nacionalismo es la libertad y su primera víctima la verdad». El texto denuncia que el nacionalismo «sólo tiene un objetivo, la construcción nacional» y señala al CAC, «un organismo que tiene como función el control de los medios de comunicación en Cataluña» como uno de sus instrumentos.

«El CAC es un órgano censor que ejecuta la censura más peligrosa mediante un mecanismo especialmente amoral: la censura prescriptiva. Una censura que busca que sean los propios medios los que apliquen estos límites», añade.

Cañas denunció además que los poderes del Consejo Audiovisual «cercenan el ejercicio de la libertad de expresión e información garantizadas en la Constitución y son una amenaza para los derechos de los ciudadanos. Nunca hasta ahora ha sido tan visible el castigo del poder a los medios de comunicación disidentes, aquéllos que no se doblegan ante sus designios, aquéllos que anteponen la libertad de opinión a la complicidad lasciva con el poder, aquellos que denuncian el saqueo de dinero público, el nepotismo y el despilfarro».

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