El mar Menor se convertirá en el primer ecosistema de Europa con derechos jurídicos

¿Qué implica esta especie de blindaje legal? Se crearán un comité de representantes , una comisión de seguimiento que ejercerá como ‘guardiana’ y un comité científico independiente. Con la ILP, se puede ejercitar la acción pública , no hay que esperar a la vía penal y denunciar a los culpables, cualquier persona puede hacerlo: «Es como si ves pegar a un niño», ejemplifica Vicente.

«Además de eso, todos los ciudadanos somos parte del mar Menor, cuando no le dejamos ni oxígeno para respirar, estamos cometiendo un error antropocéntrico, porque no somos independientes de la Naturaleza», dice.

Después de su presentación en Madrid esta misma semana, ahora instan a todos los grupos que no presenten enmiendas ni ampliaciones al borrador , para no dilatar la tramitación en el Congreso de los Diputados y que esté aprobado en un mes y medio. Es lo que han transmitido al secretario de Estado, la urgencia para no demorarlo más, porque «el mar Menor está en la UCI». No quieren que se repitan el próximo verano episodios dantescos como los del año pasado, con miles de peces muertos retirados de las playas.

En contra de los reproches de la única voz crítica con la que se han topado, la formación liderada por Santiago Abascal, la portavoz de esta cruzada social de meses de trabajo niega cualquier interés económico de sus protagonistas. «Se ha hecho sin ayuda de nadie, sin dinero, nos han llamado chiringuito, cuando han venido hasta autobuses con mujeres muy mayores desde el País Vasco, con bocadillos», relata Teresa Vicente, que no comprende estas críticas.

Se han implicado, en la parte académica, una Universidad pública, y al amparo de la ley de participación ciudadana, se han recogido más firmas de las necesarias y en el plazo estipulado, el movimiento social «más puro que ha conocido la democracia, sin dinero» , abunda la ponente.

El espíritu legal de esta ILP se fundamenta en que en esta «nueva etapa climática», no solo los estados y las corporaciones tienen derechos, sino también las personas y la Naturaleza, que incluye a todos. « Los derechos subjetivos son lo más poderoso en el Derecho para proteger algo, se les negó en su día a los pueblos indígenas, a las mujeres en su desarrollo», recuerda esta experta en materia jurídica.

En los años 70 empezaron las cumbres internacionales sobre la contaminación y el medio ambiente y se tomó conciencia del problema: «Estamos todos en peligro, la Naturaleza ha colapsado». Tampoco valen los plazos que se anuncian de 2030, 2050, tal como evidencian «los cambios de temperatura, en el aire, ahora con la pandemia se ha visto, los virus van a ser un efecto más del cambio climático, aparte de los fenómenos extraños… ¿qué más tiene que pasar ya? », se pregunta Vicente.

Frente a esa evolución, la ILP contiene una carta de derechos para que la laguna «pueda vivir según su estructura», va a haber una «defensoría» del mar Menor con capacidad de obrar. Y si eso implica, por poner un caso, que no pueden transitar motos de agua, porque los científicos estudian su posible impacto y no lo consideran una actividad adecuada, ya no prevalece la libertad de empresa. El principal objetivo de esta iniciativa es prevenir males mayores, que no ocurra como hasta ahora, que incluso cuando el Tribunal Superior de Justicia de Murcia investiga a empresas infractoras por sus vertidos de nitratos, hay que esperar al enjuiciamiento diez años después. Con la nueva norma, cualquier infracción que llegue a la vía penal se resolverá más rápido, con cambio procedimentales, porque además vincula a todos: los poderes públicos, los particulares, las empresas, se rige por el principio ‘pro natura’.

El mar Menor ha sufrido una «mediterranización» progresiva desde la apertura en los años 70 de dos golas, su comunicación con el mar abierto, para la construcción de un «enorme puerto deportivo y canal navegable», según denuncia la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), que divulga la situación de riesgo de este espacio natural en una campaña de concienciación.

Este flujo marino de entrada y salida al Mediterráneo fuera de su equilibrio natural ha elevado la salinidad del agua y provocado «la entrada masiva de nuevas especies animales y vegetales, entre las cuales algunas medusas que se han convertido en una auténtica plaga».

Además, la « transformación por la intervención humana » es conocida: roturaciones, vertidos, drenajes y la expansión del turismo con un urbanismo que ha reducido la superficie, perímetro y profundidad de la laguna.

La ILP puede ofrecer armas legales contra estos excesos, si bien desde ANSE recuerdan que existe ya normativa para proteger la laguna : la Ley de Protección y Armonización de Usos del Mar Menor, que desde el año 1987 «dormita en algún departamento de la Administración regional».