Luchar contra el ojo seco: cómo mantenerlo hidratado

«Creemos que podrá atajar las molestias de los pacientes: disminuirá el dolor y favorecerá la segregación de lágrimas . Bastará con una aplicación al día, lo que además favorece el cumplimiento terapéutico», explica el catedrático de Oftalmología José Manuel Benítez del Castillo, quien coordinará esta investigación internacional que probará el tratamiento en 300 pacientes.

El fármaco se ha desarrollado a partir de una novedosa tecnología del RNA de interferencia. En las primeras fases de la investigación se ha visto la buena tolerancia y se considera un buen candidato para añadirse al arsenal terapéutico de este trastorno ocular tan común.

El ojo seco no mata, pero vivir con él es hacerlo con una mala calidad de vida. Escozor, dolor, problemas de visión ...quienes lo sufren viven atados a las lágrimas artificiales. Son los pacientes con síndrome del ojo seco, «la enfermedad ocular más común y, a veces también la más incomprendida, tanto a nivel sanitario como social y laboral», reconoce Benítez del Castillo, especialista también del Hospital Clínico de Madrid.

Este oftalmólogo ve con frecuencia a pacientes que le relatan cómo la sequedad les incapacita para trabajar, «pero desde fuera, el que no lo sufre, lo considera un problema absolutamente banal».

Los afectados definen sus molestias como la sensación de tener una arenilla en los ojos o un objeto extraño. No suele haber picor -esto es típico de la alergia- y tienen problemas visuales cuando fijan la vista, se ponen a leer y se cansan también al ver la televisión o consultar el ordenador. «Y eso suele pasar también por la tarde o la noche, cuando los síntomas se acentúan», explica el oftalmólogo.

Las lágrimas artificiales, un lubricante artificial, son de gran ayuda, aunque en los casos más graves no son suficientes. Este experto en ojo seco recomienda utilizar lágrimas sin conservantes que son las más eficaces y acudir al oftalmólogo cuando no resuelven el problema.

Además de fármacos en investigación, como el de Sylentis, se están probando otras tratamientos antiinflamatorios que favorecen la segregación de lágrimas naturales con colirios de ciclosporina . También han demostrado, en algunos casos, que la terapia de luz pulsada intensa puede ser eficaz o la utilización de sueros fabricados con plasma del propio paciente.