Luces y sombras del acuerdo que ha salido de la Cumbre del Clima de Madrid 

La ambición, incluida

Aunque el pasado sábado 14 de diciembre parecía que el llamamiento a endurecer los planes de recortes de emisiones iba a ser un fracaso absoluto, finalmente el texto aprobado ayer «insta» a los países a presentar sus proyectos en 2020, teniendo en cuenta además que hoy el planeta va camino de superar los 3ºC de calentamiento global, muy lejos de lo que fija el Acuerdo de París (limitarlo a 1,5º o no superar los 2º). Para los países más vulnerables, sin embargo, no fue suficiente, ya que el enunciado da algunas vueltas y no es todo lo claro o duro que demandaban.

Papel de la ciencia

Se reconoce el papel del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la ONU a la hora de guiar las políticas climáticas, y se dice que las políticas deben ser permanentemente actualizadas en base a los avances de la ciencia . Es importante porque los informes científicos constatan que el camino por el que va el planeta es el de sufrir unos graves impactos que podrían ser mucho menores si se toman medidas urgentes.

Nuevos actores

Se han incluido referencias a los actores no estatales , como las empresas, en la lucha contra el cambio climático. La Cumbre del Clima logra así introducir a un sector muy importante de la sociedad en sus estrategias, en un nuevo rumbo en el que ya no es suficiente solo contar con los países. De hecho, a lo largo de estas semanas, hasta 177 multinacionales se han comprometido a alcanzar el cero neto de emisiones en 2050.

Océanos y tierra

Esta era la primera cumbre en la que se abordaba el océano como un elemento más en la lucha contra el cambio climático. La resolución final incluye el mandato de iniciar una nueva labor en el marco de la ONU sobre el océano para estudiar cómo fortalecer las medidas de mitigación y adaptación contra el cambio climático, así como en cuestiones relacionadas con la adaptación -aunque no incluye aquí la reducción de emisiones- en relación al uso de los suelos.

Mercados de carbono

La cita no logró dar con una regulación que agradara a todas las partes sobre los mercados de CO2, llamados a ser una útil herramienta para ajustar los planes de recorte de emisiones (para países y empresas). Su desarrollo permitiría que aquellos que no logren, por ejemplo, alcanzar las cero emisiones netas en 2050, puedan comprar los derechos a quienes les «sobran», por no contaminar o por tener proyectos para capturar CO2. En resumen, que quien contamine, pague. Pero se queda, tras tres cumbres sin acuerdo, para la de 2020.

Sin grandes emisores

A lo largo de las dos semanas de la Cumbre del Clima no se ha logrado incorporar a los grandes países emisores en la batalla por presentar nuevos planes -más duros- de recorte de gases de efecto invernadero. En total, y de forma paralela al acuerdo, finalmente se han comprometido algo más de un centenar de países al objetivo de presentar nuevos planes 2020, pero en la lista no figuran China, Estados Unidos, Rusia, Japón o Brasil . De los grandes emisores tan solo está la Unión Europea.

Financiación

En términos de financiación, el texto final también ha sido débil. Solo «insta» a los países desarrollados y a otras partes que estén en condiciones de hacerlo, así como a las organizaciones privadas y no gubernamentales, los fondos y otras partes interesadas, a aumentar el apoyo a las naciones más vulnerables; pero sólo invita a la Junta Directiva del Fondo Verde para el Climaa seguir proporcionando recursos para las pérdidas y daños que puedan sufrir los estados, y la invita a tener en cuenta, dentro de su mandato, las líneas de trabajo estratégicas del Comité Ejecutivo de la Mecanismo Internacional de Varsovia.

Fórmula sin resolver

Pese al llamamiento a presentar planes ambiciosos, el texto final sobre los recortes de emisiones da tantas vueltas que no queda claro cómo los países deben presentar sus compromisos en 2020 o cómo los alinearán con el objetivo de 1,5° o 2º, según critica David Howell, responsable de Clima y Energía de SEO/BirdLife.

Mucho trabajo para 2020

Los temas aplazados no han sido menores, por lo que el año que viene la cumbre deberá resolver muchas cuestiones, justo cuando debe empezar a ejecutarse.