Juzgan a un policía argentino acusado de matar a un hombre ebrio de una patada en el pecho

Según captó una cámara de seguridad cercana al lugar, dos policías llegaron en moto poco después del aviso e intentaron calmar al varón.

Al ver que no conseguían su objetivo, y que el hombre avanzaba hacia ellos, uno de los agentes –Esteban Armando Ramírez–, le asestó una patada al pecho. Tras el golpe, el sospechoso cayó hacia atrás y su cabeza golpeó contra el asfalto .

Según la autopsia, el impacto causó el traumatismo craneoencefálico que provocó su muerte.

«En ese momento no había conducta alguna de alarma », señaló la fiscal en su requerimiento, en el que exige entre tres y seis años de prisión para el agente. «No esperó la respuesta a las órdenes que había dado a Gómez y le propinó la patada que provocó que cayera de espaldas».

El abogado de la familia del fallecido, Ignacio Trimarco, pide que el crimen sea juzgado como un «homicidio con dolo eventual» , agravado por ser un miembro de las fuerzas de seguridad. En este caso, la única pena es la prisión perpetua.

El policía había declarado que, en un momento de distracción, decidió llevar a cabo esa acción para que el sospechoso «perdiera el aire y poder reducirlo» . No fue así y la respuesta acabó en tragedia.

Trimarco lo tiene claro: «No cabe duda de que la totalidad de los elementos probatorios llevan al convencimiento de que Ramírez tenía el conocimiento de que con su conducta podía ocasionar la muerte de Gómez».