«Hoy nos preocupa de manera especial la tramitación de la ley de la eutanasia . Frente a ella abogamos por una adecuada legislación de los cuidados paliativos», añadieron. En el documento, los representantes de las religiones expresaron su deseo «de colaborar en la construcción de una humanidad renovada en diálogo y escucha recíproca con los distintos campos del saber, de manera que la luz de la Verdad ilumine a todos los hombres y mujeres que habitan nuestro mundo».
«Juntos queremos proclamar nuestra firme convicción de que la violencia y el terrorismo se oponen al verdadero espíritu de nuestras religiones. Y frente a ello condenamos cualquier retorno de la violencia en nombre de Dios o de la religión», agregaron.
Los representantes de las tradiciones religiosas, «como arquitectos de la paz y la fraternidad», también se comprometieron «a colaborar en la educación de las personas en el respeto y la estima mutua, de manera que podamos construir una nueva fraternidad y amistad social».
A través del manifiesto también hicieron suyo «el grito de los descartados de nuestra sociedad, reconociendo en el otro siempre a un hermano».
El documento, que se firmó al término de un acto interreligioso de oración y reflexión organizado por la Conferencia Episcopal Española en Madrid, está rubricado por representantes de la Federación Hindú de España, el Consejo Rabínico, la Sacra Metrópolis Ortodoxa de España y Portugal, la Metrópolis de España y Portugal y Exarca del Mar Mediterráneo, la Diócesis de la Iglesia Ortodoxa Rumana de España y Portugal, el Patriarcado de Moscú, la Conferencia Episcopal Española, la Iglesia Española Reformada Episcopal (Comunión Anglicana), la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España y la Comisión Islámica de España.
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