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Convención «One of Us» en Santiago de Compostela

Jaime Mayor Oreja: «La dimensión ética y espiritual de Europa será necesaria antes que después»

El exeurodiputado convoca en Santiago de Compostela a más de 150 intelectuales europeos

Jaime Mayor Oreja durante un momento de la entrevista con ABC Ignacio Gil

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Volver a unir a Europa por los valores y principios que dieron lugar a nuestra civilización y cultura europea. Ese es el objetivo de la Federación Europea «One of us», creada por el exeurodiputado popular Jaime Mayor Oreja en 2014. Desde entonces esta organización civil ha conseguido importantes logros, como la creación en febrero de este año de una plataforma cultural integrada por varios pensadores e intelectuales europeos. Este «think tank», que trabaja por la defensa de la dignidad de la persona, se reunirá en Santiago de Compostela los días 18 y 19 de octubre. Su propósito es crear el primer observatorio europeo de valores.

¿La Fundación BBVA publicaba esta semana una encuesta sobre los valores en Europa en la que revelaba que la mayoría de los españoles cree que el embrión no es un ser humano, están a favor de la eutanasia, la gestación subrogada y creen que la religión es fuente de conflicto… ¿cómo hemos llegado a este punto?

Es la expresión de que vivimos la decadencia de una civilización donde se está produciendo una modificación en la jerarquía de los valores. Sin duda, tenemos una sociedad con más bienestar pero con muchas menos convicciones y referentes permanentes. Eso significa un fracaso. Huimos de la verdad como de la peste y por eso tenemos las posiciones que tenemos cuando abordamos el aborto, la eutanasia o la dimensión espiritual de la persona. Pero nosotros no nos resignamos. Europa tiene que saber que solo tendrá presencia en la mundo si hay una mayor prevalencia de esa dimensión moral propia de una comunidad de valores.

Usted viaja mucho por Europa, ¿cree que va aflorando cierta conciencia sobre la decadencia u ocaso de la civilización europea?

Hay muchos millones de europeos que coinciden con nuestra posición, pero debemos tomar conciencia al mismo tiempo de que somos una minoría. El único error que no podemos cometer es resignarnos o mirar para otro lado. Es verdad que no nos van a aceptar en este nuevo orden mundial que se está construyendo, pero el mayor error es no dar la batalla porque entonces será más agresiva su posición, y acabarán más fácilmente con lo que nosotros representamos.

«La eutanasia amplía la desprotección de las personas más débiles»

Francia ha aprobado el aborto para las adolescentes de 12 años, ¿qué reflejan estas legislaciones cada vez más permisivas con la interrupción voluntaria del embarazo?

No hay límites cuando se produce un plano inclinado sobre la decadencia. Esa decadencia empezó el día en que se legalizó el aborto. Luego vino la ideología de género y ahora hablamos del transhumanismo: crear hombres mejorados, porque el actual no sirve. No hay límites. La revolución tecnológica también supone una gran transformación. Para afrontar estos cambios hace falta que hayan personas cada vez con más criterio, con más razón y capaces de hacer frente a la falta de principios y valores.

En España parece cada vez cercana la legalización de la eutanasia, ¿qué consecuencia podría llegar a tener esta nueva legislación sobre la sociedad española?

La misma que tiene ahora en Holanda. Al final no se trata de ayudar a la persona que sufre su último momento en la vida. De lo que se trata es de matar a los más débiles, a los más desfavorecidos. La eutanasia lo que hace es ampliar la desprotección de muchos seres que son más incómodos de tener en la sociedad. Curiosamente, sobre la persona que va a nacer y la que va a morir se aplican dos instrumentos brutales que distorsionan la dignidad de la persona humana, como son el aborto y la eutanasia.

«Esta nueva sociedad que trata de imponerse con cierta dictadura está condenada al fracaso»

¿Se ha sentido solo en la defensa de todos estos valores?

(Sonríe). Cuando defendía determinadas posiciones respecto del terrorismo y el nacionalismo también viví momentos de soledad, luego he vivido momentos de gran compañía social. Sé que la soledad es necesaria. La soledad y la fortaleza van muy unidas. Ahora estoy viviendo otros momentos de soledad. Pero sabiendo que al final lo importante es sembrar porque estoy convencido de que la la dimensión ética y espiritual de Europa será necesaria antes que después. Este nuevo orden mundial, esta nueva sociedad que trata de imponerse con cierta dictadura está condenada al fracaso.

¿Qué objetivos persigue su federación con esta convención en Santiago de Compostela los días 18 y 19 de octubre?

Consolidar la plataforma de intelectuales y pensadores, que arrancó en el Senado de París el 23 de febrero para defender de la dignidad de la persona humana. Se trata de dar un paso más porque hoy no hay una voz en Europa que defienda lo que nosotros defendemos y que no es otra cosa que trabajar para que la defensa de la dignidad humana sea una realidad.

«Somos un minoría pero el error más grande es resignarse o mirar para otro lado»

¿Una de las iniciativas que se van a poner en marcha en esta convención es la creación de un observatorio europeo de los valores… ¿Qué espera usted de este observatorio?

Es una vieja idea mía que quise llevar a la práctica en el seno del Grupo Popular Europeo en 2010, pero entonces no fue posible. Creo que hace falta un observatorio que dé cuenta de lo que está pasando en Europa, que sea capaz de confirmar que la causa del desorden que sufre Europa está en ese esfuerzo por sustituir nuestros valores tradicionales cristianos por la nada. Quiero que el observatorio sea además un instrumento en el que estén presentes las universidades, que serán un elemento esencial en esta convención en Santiago.

¿Qué papel tienen las universidades en esta batalla cultural por la defensa de la dignidad de la persona?

Un papel fundamental. Las universidades se crearon para defender nuestra civilización. No se pueden encerrar en su claustro. Lo que tienen que conseguir es ser protagonistas de un debate que es más cultural que político. La convención hará un llamamiento a las universidades en este sentido.

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