Italia sigue con pasión la disputa entre virólogos italianos, en desacuerdo sobre la gravedad del brote

El virólogo más célebre de Italia, el profesor Roberto Burioni , el primero que dio la señal de alarma en este país sobre la gravedad del virus y la urgencia de imponer severas restricciones –el tiempo le ha dado la razón–, se ha enfrentado con inusitada dureza contra una colega, que no es una cualquiera en el campo de la virología: se trata de Maria Rita Gismondo , viróloga en la primera línea de la lucha contra el coronavirus al ser responsable del laboratorio del hospital Sacco de Milán, donde son analizados desde hace días las muestras de posibles contagios.

En un post de Facebook, que esta mañana ha eliminado tras confesar que está «cansada y disgustada» con las polémicas, la doctora Gismondo afirmaba: «La situación creada me parece una locura . Se ha cambiado una infección apenas más seria que una gripe por una pandemia letal global. No es así, fijaos en los números», subrayaba la doctora Gismondo aportando algunas cifras para dar solidez a su planteamiento.

En su post de Facebook, sin citar nunca al profesor Burioni, la viróloga Gismondo escribía: «¡No es una pandemia! ¡Durante la pasada semana la mortalidad por gripe ha sido de 217 fallecimientos por día! ¡Por coronavirus, uno!». En opinión de esta viróloga, que invitaba en su escrito a rebajar el tono de las alarmas , «esta locura causará mucho mal, sobre todo desde el punto de vista económico».

La doctora ha borrado su texto en Facebook después de que el virólogo Roberto Burioni, toda una referencia internacional en el tema de las vacunas y por su lucha contra los enemigos de vacunas a los niños, respondiera con esta rotunda frase: «La señora del Sacco (un tratamiento con cierto tufo despectivo) ha dicho una gigantesca estupidez , los números dicen otra cosa».

En Twitter el profesor Roberto Burioni ha escrito: «Comunicad al médico (en referencia a la doctora Gismondo) que dice que 'la mortalidad es baja, el 2-3 %', que esta fue la mortalidad de la gripe española que hizo muchas decenas de miles de muertos». El profesor Burioni, que tiene fama de no morderse nunca la lengua, no acogió bien la invitación a bajar el tono de la polémica, y le dirigió otro tuit: «Temo que la señora del Sacco ha trabajado demasiado en las últimas horas, tendría que reposarse».

En la polémica se ha introducido otra ilustre viróloga italiana, con prestigio internacional, Ilaria Capua , que dirige el One Health Center of Excellence de la Universidad de Florida. En una entrevista a la RAI, la doctora Capua afirma: «Italia esta viviendo una situación más crítica porque está buscando los casos más activamente que otros países».

Esta tesis se ve confirmada por los hechos: ante el miedo, a menudo pánico que se ha creado en algunas zonas, en Italia más de cuatro mil personas se han hecho el test para conocer si eran positivos al coronavirus. Tal número de pruebas no se ha realizado en ningún otro país europeo.

En cierta forma, la viróloga Ilaria Capua se ha puesto al lado, al menos en parte, de la doctora Gismondo: «Hay en acto un síndrome de semi-gripe causada por el coronavirus», que podría durar «hasta final de la primera o inicios del verano. Tendremos que enfrentarnos a este virus durante un tiempo, pero debemos usar todo el cerebro y evitar que se reproduzcan noticias estúpidas que crean pánico a las personas más frágiles».

La prestigiosa viróloga, considerada una eminencia italiana, hace un pronóstico sobre el futuro del coronavirus: «Solo se podrá decir que se trata de una pandemia (la enfermedad epidémica que se extiende a muchos países) cuando tengamos los test diagnósticos aplicados en toda Europa. Estoy convencida de que el virus dará la vuelta al mundo en tiempo bastante rápido, porque somos muchos y el virus encontrará muchos cuerpos. Pero no quiere decir que serán formas graves; es más, muy probablemente será cada vez más débil».

Esta discusión y polémica entre virólogos prestigiosos italianos, ha sido seguida con pasión en las redes sociales. Esa disputa se mantiene igualmente en las altas esferas de la política. El líder de la Liga, Matteo Salvini , sigue pidiendo que el gobierno cierre los confines y los puertos a la inmigración, además de suspender el tratado de Schengen.

El primer ministro, Giuseppe Conte , le ha respondido reiteradamente que no suspenderá el acuerdo de Schengen , porque sería una medida «absolutamente desproporcionada». Conte incluso ha llamado a Matteo Salvini para mantener un intercambio de opiniones, pero el líder de la Liga no le responde al teléfono, según el primer ministro. Está así rota la unidad nacional que ha pedido el presidente de la República, Sergio Matarella, para combatir conjuntamente el peligroso coronavirus.