Italia anuncia la séptima víctima por el coronavirus: un octogenario ingresado por un infarto

La sexta víctima en Italia era una paciente oncológica de Cremona , que se encontraba hospitalizada en Brescia, siempre en la región de Lombardía. La señora tenia también un tumor y un estado de salud muy comprometido. Inicialmente se encontraba en el hospital de Cremona y al estar contagiada por el virus fue transferida a Brescia.

Además, hoy se ha conocido la muerte de un hombre de 84 años de Bérgamo, y otro de 88 años de Caselli Landi, en la provincia de Lodi, a 78 kilómetros de Milán. Cabe destacar que las seis personas fallecidas eran ancianas o con una salud frágil por causa de alguna enfermedad.

Los casos de contagio siguen también aumentado cada hora: Hay 224 casos confirmados en Italia . Según el presidente de esta región, Attilio Fontana, hay al menos 165 infectados en Lombardía, a los que se debe sumar 22 en Véneto, 9 en Emilia-Romaña, 6 en Piamonte, uno en el Lazio. Italia se convierte así en el tercer país del mundo por número de personas infectadas por el virus, después de China y Corea del Sur.

La preocupación y miedo que existe en Italia, con las regiones del norte, las más ricas y productivas del país, en parte paralizadas, ha tenido una fuerte repercusión en la Bolsa de Milán, que media hora después de su apertura perdía el 4,32 %.

Todo el norte de Italia esta cada día más blindado. Escuelas, universidades y museos, al igual que el Duomo de Milán han cerrado. Se suspendió el Carnaval de Venecia y los espectáculos de la Scala de Milan. Para hacer frente a la emergencia, el gobierno destina de momento 20 millones de euros y pone a disposición algunos excuarteles del ejército y hoteles en el caso de que no haya suficientes camas en los hospitales.

De hecho los centros hospitalarios de las zonas afectadas están desbordados, en particular en el llamado «lodiginao» (Lombardía), donde hay una decena de municipios aislado s con unas 50.000 personas. Algunos hospitales han sido casi «asaltados» por personas asustadas, casi en pánico, para hacerse el test del coronavirus. «A más de 4.000 personas se le han hecho las pruebas», ha dicho el primer ministro, Giuseppe Conte.

Aunque todas las autoridades recomiendan serenidad y que no se cree alarmismo, en la mayoría de la gente con la que hemos hablado en las zonas afectadas hay temor, o al menos seria preocupación, cuando no pánico. Esto se ha reflejado, por ejemplo, en la psicosis que se ha creado sobre «productos de primera necesidad» , lo que llevó a muchas personas a acudir a los supermercados, sobre todo en la zona sur de Milán y en el lodigiano, donde se han visto largas colas de personas con mascarillas que en pocas horas dejaron vacías las estanterías.

Completamente blindada está hoy la «zona roja» del lodigiano, con patrullas de policía y carabineros que no permiten la entrada ni la salida a los habitantes de diez municipios. La medida tiene notable relevancia para muchas empresas. Por ejemplo, en Codogno, municipio de 15,600 habitantes, epicentro de la epidemia, a 50 kilómetros de Milán, la mayoría de las personas tienen su trabajo en la capital lombarda o en sus alrededores. Hoy todos han tenido que permanecer en sus casas.

Mientras, los investigadores italianos siguen a la caza del «paciente cero» , la persona de la que partió la cadena de contagios del coronavirus. Sigue siendo un misterio, lo que dificulta atajar la epidemia, creando gran preocupación entre las autoridades sanitarias, no solo en Italia sino también en Europa.