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Italia aísla a una variante del coronavirus mucho más débil, lo que suscita esperanza

El presidente de los virólogos italianos anuncia que «el coronavirus pierde fuerza y es menos agresivo; el verano podría ir mejor»

Muestra de coronavirus (objetos azules redondos) vista con un microscopio electrónico AFP
Ángel Gómez Fuentes

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En Italia se ha aislado una variante del coronavirus que es «extremadamente menos potente» . Finalmente, el virus se está convirtiendo menos agresivo y el verano podría ir mejor. Lo revela el presidente de los virólogos italianos. «Para lanzar un mensaje de esperanza», el profesor Arnaldo Caruso, presidente de la Sociedad italiana de virología (SIV), ha querido anticipar, desde su laboratorio de microbiología de un hospital de Brescia, una noticia que será publicada en una revista científica: «Se ha aislado una variante del virus Sars-CoV-2, muchísimo menos potente. El verano podría ir mejor», afirma el profesor Carusso.

A la agencia Adnkronos el presidente de los virólogos italianos ha explicado: «Mientras las cepas virales a las que estamos acostumbrados a ver en los últimos meses, que hemos aislado y secuenciado, son bombas biológicas capaces de exterminar las células objetivo en 2-3 días, este para comenzar a atacarlas necesita un mínimo de 6 días », el doble de tiempo.

Pierde fuerza

Para el profesor Arnaldo Caruso no hay duda de que el coronavirus se debilita: «Es cierto que está perdiendo fuerza porque todos los días vemos test naso-faríngeos positivos en los que no aparece de una manera fuerte, sino débil». Añade el profesor Carusso que la prueba molecular da «infecciones muy leves, casi no apreciables. El virus se ve en dosis muy, muy pequeñas».

El presidente de los virólogos explica también cómo inició su laboratorio la nueva investigación: «Sucedió que, si bien últimamente llegan todos los test con baja carga viral, nos llegó uno con una carga muy alta y esto nos sorprendió, porque correspondía a una persona que era completamente asintomática. Por lo tanto, fuimos a aislar el virus, descubriendo que en cultivo era extremadamente más débil que los anteriores». Es decir, al ponerlo en contacto in vitro con buenas células para agredir, «ni siquiera podía matarlas a todas». De hecho, incluso «solo para comenzar a atacarlos necesitó al menos 6 días», en contra de las «48-72 horas» para que las cepas clásicas terminaran todas las células disponibles.

Coincidencia en varias investigaciones

El profesor Caruso es optimista, pero advierte: «Todavía no sabemos si esta variante circula y en qué medida, ni si es genéticamente diferente de las demás. Sin embargo, podemos decir que algo está sucediendo en Sars-CoV-2 . Así lo han puesto también de relieve colegas de Hong Kong en la revista 'Emerging Microbes & Infections'. Se trata de un estudio muy bien hecho –añade el virólogo Caruso- en el que documentaron la menor agresividad de estos virus in vitro y en vivo, en animales. Los autores han observado que estas variantes presentan grandes alteraciones genéticas y nosotros, que estamos realizando pruebas genéticas, esperamos ver lo mismo. Nos llegan voces de la comunidad científica que están surgiendo pruebas en los Estados Unidos en línea con las chinas de Hong Kong y con nuestro descubrimiento de Brescia».

Ante el verano, el presidente de los virólogos italianos es positivo, pero advierte que no se debe bajar la guardia : «El hecho de que los nuevos casos de infección por SARS-CoV-2 estén disminuyendo y se caractericen por síntomas menos graves, me hace ser moderadamente positivo para el verano. Sin embargo, no debemos bajar la guardia. Hay que seguir usando mascarillas y manteniendo nuestra distancia. No olvidemos que si el virus llega a personas débiles, aún puede causar daños graves. Será diferente en otoño e invierno: allí debemos estar preparados para comprender a tiempo cuándo y qué tipo de SARS-CoV-2 circulará para tomar las medidas necesarias con el fin de prevenir y contrastar la infección, a fin de evitar lo que ya hemos experimentado».

El profesor Caruso concluye explicando lo que sucede a las puertas del verano: «Al igual que ocurre con todos los virus respiratorios, al inicio de la temporada de primavera-verano, estos virus tienden a desaparecer por razones que todavía no sabemos exactamente, así como tampoco sabemos por qué parten en noviembre-diciembre».

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