Un aparatoso incendio pone en peligro la Abadía del Sacromonte en Granada

El origen: una barbacoa. La Policía Nacional detuvo a las pocas horas de que las llamas empezaran a ser visibles desde todos los puntos de la capital granadina y parte del cinturón metropolitano a dos individuos. Dos campistas a los que presuntamente el fuego se les fue de las manos. Pasaron la noche en el calabozo.

Mientras tanto, todos los efectivos eran pocos. Hasta cuatro helicópteros pesados, dos helicópteros semipesados, un avión de coordinación y tres autobombas se desplegaban por la zona. Además, sobre el terreno hasta un centenar de profesionales, divididas entre cuatro brigadas especializadas, cinco grupos de bomberos forestales, dos técnicos de operaciones, un agente de medio ambiente y una unidad médica, así varias unidades de Bomberos llegaron a trabajar a lo largo de la tarde y la noche para detener las llamas. A ellos se les sumaron igualmente otras tantas unidades de la Policía Local y Nacional. La preocupación más presente no era otra que el terreno y la orografía de la zona, que junto al viento creaban el ecosistema perfecto para una posible tragedia, ya no solo ambiental, sino también patrimonial.

La Abadía del Sacromonte data del siglo XVII y ya sufrió un incendio descomunal que acabó prácticamente con su estructura en el año 2.000. En eterna reforma desde entonces, el lugar no volvió a ser el mismo. Este domingo, el peligro de repetir la estampa llegó a ser real de nuevo.

Según indican fuentes de Infoca, ese fue uno de los trabajos más arduos durante toda la tarde. Otro tantos efectivos se desplazaron específicamente al entorno de la Abadía para evitar que el frente del incendio llegase hasta ella y desencaminar la flama. El viento, además, empezó a arreciar ya llegada la noche , lo que provocó una tremenda incertidumbre, cuando las llamas todavía seguían su curso. El peligro más inminente está en que el fuego vaya hacia zonas boscosas de este entorno natural. A lo largo del día, varios expertos medioambientalistas avisaban de que el tipo de plantaciones, pinares concretamente, estaba provocando la sorpresiva rapidez y contundencia con la que se desarrolló del incendio. Todas las acciones, pasado el peligro de la Abadía, van hacia que el fuego amaine, aunque se prevé que llegue más allá de la madrugada. La preocupación ha sido tal que la consejera de Agricultura y Medioambiente, Carmen Crespo, se trasladó hasta el Centro Operativo Regional (COR) del Plan Infoca para seguir de primera mano la evolución de las llamas