Las imágenes más angustiosas de la epidemia en Italia: caravana de camiones del Ejército con féretros

Pero no son suficientes. Las cámaras mortuorias de los hospitales están llenas, así como la iglesia de Ognisanti, con una impresionante fila de ataúdes, al igual que otros locales. En Bérgamo no se escuchan las canciones de solidaridad y el himno nacional que se cantan en los balcones y ventanas de toda Italia . En Bérgamo solo hay luto, llanto, y desde hace muchos días solo se escucha el silencio de sus muertos. Los camiones del ejército han trasladado a unos 60 féretros a las ciudades que se ofrecieron para incinerar a los muertos: Módena, Parma, Piacenza, Acqui Terme y Domodosola , entre otras ciudades. El alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori , ha escrito a cada uno de los alcaldes de esos municipios una carta de agradecimiento: «En un momento trágico, vuestra colaboración y cercanía es encomiable. Los muertos son, desgraciadamente, numerosos y nuestro cementerio se encuentra en notable dificultad; la mayoría de las familias ha elegido incinerar a sus propios difuntos. Una decisión frente a la que el Ayuntamiento y la sociedad que gestionaba el horno crematorio se encuentran en la imposibilidad objetiva de gestionar en modo ordinario la dramática situación que se ha creado, aunque se trabaja sin descaso día y noche».

En Bérgamo y su provincia, con 1.100.000 habitantes, los contagiados son 4.305. Solo en la capital en la jornada del miércoles hubo 93 muertos por coronavirus, aunque según el alcalde, Giorgio Gori, esa cifra es inferior a la realidad, porque hay personas fallecidas no registradas que fallecieron en sus casas, evitando ir a los hospitales, que están desbordados. Son personas que murieron con síntomas compatibles a los del coronavirus, pero fallecieron antes de que se les pudieran hacer las pruebas del Covid-19, según destacó el alcalde Gori.

El principal hospital de Bérgamo, el Papa Giovanni XXIII , se encuentra saturado: llenas están las 400 camas dedicadas a infectados de coronavirus, así como sus 80 puestos de la unidad de cuidados intensivos. Algunos enfermos graves se han trasladado a hospitales de otras regiones o se ha practicado una medicina de guerra, como reconocen los médicos del hospital: «Hasta hace tres semanas, hicimos todo por cada paciente; ahora debemos elegir qué pacientes colocamos en cuidados intensivos. Esto es catastrófico», confesó el doctor Mirco Nacoti del departamento de terapia intensiva del hospital Papa Giovanni XXIII.

Para afrontar la emergencia , el ejército instalará un hospital de campaña, después del grito lanzado por Laura Sati, hija de un militar: «Mi ciudad está muriendo. Está muriendo la generación de nuestros padres, de nuestros abuelos… la generación de los que han hecho y son nuestra historia». Este es el dramático llamamiento que hizo Laura Sarti para recoger 15.000 firmas en la web change.org , para que apoyaran construir con urgencia el hospital de campaña. En pocas horas se alcanzaron esas firman y el ministro para las Autonomías, Francesco Boccia, confirmó que se levantará el hospital de campaña.