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Combatir el «bullying» es posible

Ideas que nacieron en las aulas para frenar el acoso

Colegios de todo el país han decidido coger el toro por los cuernos y desarrollar por iniciativa propia programas que detectan quiénes son las posibles víctimas y también los verdugos

RAFA ALBARRÁN

MIRIAM ANTOLÍN/ ÉRIKA MONTAÑÉS / ESTHER ARMORA/ JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ / PATRICIA ABET

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ABC

Castilla y León

Castilla y León utiliza desde el curso 2007-2008 una herramienta informática que ayuda a detectar o prevenir posibles casos de acoso escolar. Se trata de un cuestionario sobre la convivencia en el aula y entre los estudiantes que el Gobierno autonómico pone a disposición de los centros públicos y concertados para que los alumnos respondan a diferentes cuestiones sobre cómo se sienten en su clase, si tienen amigos en el aula o con quién se llevan mejor, informa Miriam Antolín.

Son los centros educativos de Primaria y Secundaria los que voluntariamente solicitan realizar este cuestionario, al que se accede a través de internet y requiere unas claves de acceso a los profesores. «Va más allá de un sociograma» y permite recopilar información «útil» sobre la estructura relacional de la clase, los liderazgos, posibles conflictos o qué alumnos pueden estar en riesgo de sufrir acoso escolar, destaca una de las personas encargadas del ámbito de convivencia en la Junta de Castilla y León, Ignacio Recio.

«Aporta información muy importante para la toma de decisiones» y sirve para prevenir posibles casos de «bullying», señala acerca de la herramienta informática que se enmarca dentro de las medidas del Plan de convivencia escolar del Ejecutivo regional y que ya ha comenzado a implantarse en otras comunidades autónomas. Desde que comenzó a usarse en Castilla y León han sido 350 centros educativos los que alguna vez han realizado el cuestionario y son varios los que optan por llevar a cabo la encuesta todos los cursos.

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Uno de los documentos que examinan en el aula de convivencia los alumnos del IES Julio Pérez de Rivas Vaciamadrid RAFA ALBARRÁN

Los «vigilantes» del aula en Rivas

Para Juan Carlos Hervás , el director del Instituto Julio Pérez de Rivas Vaciamadrid, solo se logra contener el acoso en las aulas si se ha generado un ambiente en el que sean los propios niños los que condenen cualquier caso de agresión a un igual. Desde 2009 siembra esta tarea preventiva con un programa que acaba de ganar el premio «Redes inclusivas» de la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción) porque, a juicio de Herváss y aunque parezca obvio, se frena el «bullying» si no se deja a ningún alumno «fuera», informa Érika Montañés.

Hervás, al fondo a la izquierda, coordina el aula de convivencia RAFA ALBARRÁN

La inclusión es la receta mágica de este centro de Educación Secundaria que, con 880 estudiantes conviviendo en sus aulas, ostenta un pírrico índice de conflictividad. El proyecto impulsado en el instituto madrileño se desarrolla en tres fases: la primera redunda en auspiciar iniciativas a favor del buen clima en clase, siendo el eje de todas ellas la educación en valores. «Miembros de ONG vienen al centro varias semanas durante el curso para contarnos su labor e inculcar valores éticos necesarios para los jóvenes más allá de las materias de clase», detalla a ABC Hervás. En segundo lugar, el propio director es uno de los coordinadores del Observatorio de Convivencia, donde alumnos de 10 a 13 años ponen sobre la mesa sus problemas y otros alumnos, normalmente mayores, son los ayudantes que interactúan con ellos y velan por su bienestar. El instituto de Rivas está dividido en grupos.

Para cada grupo, se nombran 2-3 alumnos ayudantes, que se encargan también de ver qué situaciones están agobiando a algunos chavales, qué les está influyendo, si otros compañeros les están extorsionando... Son una suerte de vigilantes de la convivencia que, cada quince días, se reúnen dos horas con los coordinadores para exponerles los problemas que ha habido. Si una situación va a mayores, entonces se habla con el jefe de estudios, la familia y se pone en marcha el tercer pilar de este proyecto, que es el de la gestión del conflicto. Hay otro «cargo» entre los alumnos: los mediadores. Son estudiantes de 14 a 16 años que realizan un seguimiento exhaustivo a los alumnos especialmente conflictivos. El centro potencia el diálogo entre iguales para sonsacar la raíz del litigio. Este equipo de convivencia es escogido por el propio grupo, se decide en el aula. « Los chicos no quieren un ayudante que sea un chivato, por eso eligen a aquella persona en la que sí depositarían su confianza, a la que le contarían un secreto», explica Hervás. El «premio» que reciben estos buenos estudiantes es un reconocimiento por parte del centro, un diploma y la opción a los premios al compromiso educativo que reparte el Ayuntamiento de Rivas.

Hervás incide en que por muchas iniciativas que se auspicien, es difícil llegar a todos los alumnos. Recuerda con pena un caso de «ciberacoso» por WhatsApp entre dos chicas. El padre de una de ellas no vio más opción que cambiarla de centro. « En educación tienes que asumir cierta frustración , sin flagelarse; siempre hay alguno que se te puede escapar», remata el director.

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«Cibermediadores» contra matones online

Los matones han existido siempre . Ahora, las redes sociales les brindan una nueva plataforma de la que servirse para actuar. Es lo que se conoce como «cyberbullying», ataques psicológicos y verbales, a través de frases o mensajes de voz, que se producen en la red entre escolares o entre adultos y escolares de una forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Consciente de los riesgos de este fenómeno y teniendo en cuenta que uno de cada cuatro casos de acoso escolar se producen en internet, el Instituto de Badia del Vallès (Barcelona) ha creado un programa pionero destinado a proteger a sus alumnos más vulnerables de posibles agresiones on-line, informa Esther Armora.

La estrategia es doble. Por un lado, un equipo de alumnos «ciberayudantes» rastrean los chats y foros en los que quedan sus compañeros y vigilan que no se produzca «bullying». Por otro, y para reforzar la estrategia, el centro implanta la figura del «cibermediador», alumnos de tercero de ESO que son instruidos por los Mossos d’Esquadra y transmiten después sus conocimietos a los de primero. Les explican lo que la policía autonómica les ha expuesto, los riesgos que conllevan las redes sociales y cómo protegerse de posibles agresiones o evitarlas. «Está comprobado que los alumnos se sinceran antes con ellos que con un adulto», explica Miquel Cabezas , jefe de estudios del centro.

El Instituto Front Marítim de Barcelona es también referente pero en prevenir el acoso presencial. Este centro fue pionero en España en desplegar medidas específicas para combatir el «bullying» y ahora medio centenar de institutos de España han seguido sus pasos. Desde hace nueve años, la misma fecha en que arrancó su andadura, este instituto aplica un programa «antibullying» que consiste en implicar a los alumnos más veteranos del centro en la protección de los recién llegados. En concreto, la iniciativa «Tutoría entre Iguales» (TEI), una idea del psicólogo Andrés González Bellido , consiste en que los alumnos de tercer curso de ESO actúan de tutores o «hermanos mayores» de los de primero.

Para ejercer la acción de tutor los alumnos deben recibir antes cuatro horas de formación (distribuidas en dos días y tras la que reciben un diploma acreditativo), en las que se les instruye sobre cómo deben actuar en caso de acoso. «Lo primero que deben entender es que si presencian un caso y no actúan son partícipes de algún modo de esa acción. También les explicamos las consecuencias que sufren los afectados y les ponemos vídeos que recogen experiencias reales que les hacen entender el alcance del problema», explica en declaraciones a ABC Salvador Rovira , director del Instituto Front Marítim.

Una vez realizada la formación, se les asigna un alumno de primero al que acompañan y vigilan durante este primer curso. «Más allá de poner dos ojos vigilando permanentemente al alumno, el programa lo que pretende es que tutelador y tutelado compartan experiencias por eso se les invita a que hagan excursiones juntos, que se relacionen fuera del ámbito escolar...».

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Inteligencia emocional para evitar y atajar el acoso escolar en Alicante

Expertos del Centro Crímina de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), que imparte varios másteres y programas de especialización en criminología, prepararán a familias y docentes para evitar y atajar posibles casos de acoso escolar -bullying- en un programa de la Diputación de Alicante denominado «Hero» en el que se aplican técnicas del «modelo de inteligencia emocional», informa José Luis Fernández .

Estos conocimientos se pueden aplicar para que los progenitores detecten los «indicios» de que su hijo sufre este problema, también para que el profesor tenga en mente el «perfil psicológico» del posible acosador e igualmente con el fin de que se genere un «clima escolar positivo de tolerancia cero a la violencia para minimizar los fenómenos de bullying y cyberbullying», según explican desde la Diputación alicantina.

Este programa arranca el 24 de octubre con una serie de talleres para las parejas y los educadores -por separado- y se desarrollará durante varios meses, con la edición de una guía de consulta y ayuda, con recomendaciones, además de una recopilación informativa final de las actividades puestas en marcha y las conclusiones.

En el aspecto concreto de la «inteligencia emocional», los especialistas pretenden «dotar y entrenar a los menores en habilidades emocionales y conductuales que promueven valores sociales opuestos a la violencia» y se va a aprovechar este contacto con la comunidad educativa para evaluar la prevalencia, es decir, el número de casos de acoso, así como orientar a los docentes acerca de los «recursos» con que cuentan para actuar, incluido el papel de los «testigos».

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Aragón activa el primer teléfono

Aragón fue pionera en la puesta en marcha de un teléfono específico para atender a alumnos que sufran acoso escolar. Es el 900 100 456 , está funcionando desde finales de mayo y está operativo de forma permanente, todos los días, las 24 horas. A la par, la Consejería aragonesa de Educación ha emprendido un estudio para conocer al detalle el problema del acoso escolar en las aulas aragonesas: su incidencia, una estimación de población escolar afectada, la tipología y las circunstancias que rodean a ese acoso. Lo están realizando, de forma coordinada, técnicos en Educación de la Administración autonómica y expertos en Psicología de la Facultad zaragozana de Ciencias de la Educación. El estudio pretende detallar la dimensión del problema, qué aspectos confluyen en él, y servir como base para diseñar estrategias y medidas concretas para luchar contra el acoso escolar, informa Roberto Pérez .

Por otra parte, las Cortes de Aragón acordaron la pasada primavera crear una comisión parlamentaria especial, dedicada específicamente a perseguir y prevenir el acoso escolar, analizar su evolución, las circunstancias que lo rodean y proponer medidas para luchar contra este problema . La creación de esta comisión parlamentaria fue aprobada a iniciativa del PP y contó con el apoyo unánime del resto de grupos políticos aragoneses -PSOE, Chunta, Ciudadanos, Podemos, PAR e IU-.

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Los alumnos de Carballo, durante una partida en el recreo con su profesor IAGO LÓPEZ

Jaque mate a las peleas en el patio

En el instituto «Alfredo Brañas» de la localidad coruñesa de Carballo el bullying se combate incluso en la hora del recreo y en los descansos para comer . Con un alto porcentaje de su alumnado procedente de minorías étnicas, la dirección del centro descubrió que aprender a convivir es clave para evitar episodios de discriminación y abusos. Por eso, las únicas batallas que se libran en este centro son las que cada martes y jueves enfrentan a unos estudiantes reconvertidos en jugadores de ajedrez. La iniciativa surgió hace unos años a la par que otras como las clases de teatro. Y la respuesta de los estudiantes fue inmediata.

El encargado de adentrar a estos jóvenes en una actividad desconocida para la mayoría de ellos —el instituto tiene 600 alumnos y 54 docentes— es un jugador profesional jubilado que pone sus conocimientos a disposición de quienes han entendido que el único rey del recreo es el que queda en pie sobre el tablero. Además, para mejorar su técnica los chicos pueden visualizar vídeos de jugadas en un aula preparada para ello . Al margen de las concurridas partidas de ajedrez, los alumnos también comparten mesa para disfrutar de otros juegos como las damas o el parchís, actividades que según la dirección del centro han contribuido a generar un buen ambiente y a a ayudar a los alumnos a dar el paso de la Primaria a la ESO.

Del aula al monte

En el «Alfredo Brañas» también organizan actividades que fomentan la igualdad de género y echan mano de los conocidos como «alumnos tutores» para que los recién llegados sepan cómo moverse por el centro, conozcan sus instalaciones, a sus trabajadores y dispongan de un respaldo que les aporte confianza y seguridad. Convencidos de que el respeto en el aula pasa por fomentar el compañerismo y la empatía, este instituto coruñés acostumbra a realizar muchas salidas fuera del centro.

«Lejos del aula se consigue mucho», apunta su vicedirector, José Antonio Silveira. Y por eso los alumnos del «Alfredo Brañas» aprovechan para conocer juntos la geografía gallega e incluso hacer noche en alguna d

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