El Gobierno permite a las comunidades decidir cuándo abrir los colegios y en qué cursos

Así, en un apartado dedicado al ámbito educativo se establece que las comunidades decidirán cómo será la vuelta al curso en fase 2, así como qué cursos lo harán y en qué condiciones. De las autonomías dependerá «la reanudación de las actividades presenciales en el ámbito educativo no universitario y de la formación correspondiéndoles asimismo la ejecución de dichas medidas », señala el texto normativo.

La orden aclara, en cualquier caso, que las administraciones educativas podrán mantener «las actividades educativas a través de las modalidades a distancia y on line, siempre que resulte posible».

Esta orden supone un giro con las condiciones establecidas en el ámbito educativo para fase 2 que estableció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado 28 de abril cuando anunció el plan de nuestro país hacia la nueva normalidad. En algunos de los documentos que se hicieron públicos se establecía que se permitirán las actividades de refuerzo (el docente decidirá quién necesita dicho refuerzo, según Educación), que los niños menores de 6 años podrían acudir a los centros en caso de que ambos padres tengan que trabajar presencialmente y que, con carácter voluntario para los alumnos, los cursos terminales ( 4º de ESO, 2º de Bachillerato, 2º de FP de grado Medio y Superior y último año de Enseñanzas de régimen especial ) comenzarían con división de los grupos de más de 15 estudiantes al 50% para asistencia alterna o en semigrupos paralelos. Se permite la apertura de los centros de Educación Especial, y la asistencia de los alumnos tendrá carácter voluntario.

La comunidad educativa se rebeló con parte de estas medidas, sobre todo en lo referente a la vuelta de los menores de 6 años . En la última Conferencia Sectorial de Educación la mayoría de comunidades dijo que no estaban preparadas para la vuelta de los pequeños (Madrid pidió informes sanitarios para decidir, Castilla y León dijo entonces que no era «factible» e incluso se sumó a las críticas la propia Asociación Española de Pediatría poniendo en duda cómo podrían mantenerse las distancias con niños tan pequeños.