Asociaciones de gitanos denuncian la segregación escolar de los niños en «colegios gueto»

El estudio, realizado por la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas Kamira y la Fundación Mario Maya , pone de manifiesto que en la mayoría de los casos se produce una concentración de un elevado número de alumnado socialmente desfavorecido en ciertas escuelas respecto a otras ubicadas en el mismo territorio.

La población gitana en España asciende a unas 666.000 personas, lo que constituye un 1,4% de la población total. El porcentaje de población gitana en las zonas donde se ubican los colegios visitados en ningún caso supera el 50% y, sin embargo, en ocho de las escuelas el alumnado de esta etnia constituye más del 80% de los estudiantes -cuatro de ellas por encima del 95%-.

La coordinadora de la investigación, Carmen Santiago , ha reconocido que se trata de «un muestreo, que no puede universalizarse pero que coincide con las experiencias acumuladas es este ámbito». En este sentido, ha denunciado que el Gobierno no ha hecho esfuerzos para reducir esta segregación escolar.

De hecho, ha recordado que no ha sido incorporado como uno de los objetivos en la Estrategia Nacional para la Integración del Pueblo Gitano 2012-2020 «pese a las peticiones de la sociedad civil». «Ninguna ley a nivel nacional o regional contiene medidas específicas para evitar la segregación escolar referida a la población gitana, mientras que sí existen medidas de cara al colectivo inmigrante», ha apuntado Santiago, a la vez que señala que «los gitanos protestan poco y así es difícil que se corrijan los problemas».

Por ello, Santiago ha reclamado que se investigue en profundidad esta situación para determinar el alcance real del problema, que se establezca normativamente una distribución equilibrada en la matriculación de alumnos para evitar la sobrerrepresentación de un colectivo y, por último, reforzar los proyectos como «comunidades de aprendizaje», que brindan apoyo en estos «colegios guetto».

El secretario general de Unión Romaní, Manuel García Rondón , ha sentenciado que el colectivo gitano «no quiere más aspirinas, sino una medicina para acabar con estos casos de discriminación» y ha valorado el informe presentado este martes como «una herramienta útil para poner de manifiesto los problemas del sistema educativo en España».