Los obispos franceses piden que hoy se rece en todas las iglesias por el matrimonio tradicional de un hombre con una mujer

El episcopado francés ha pedido que se rece en todas las iglesias también por las personas afectadas por la crisis.

Mientras que entre los planes del Gobierno francés están legalizar el matrimonio homosexual y la adopción de niños por parte de parejas homosexuales ya en 2013, los fieles católicos pedirán a Dios para que los niños «dejen de ser el objeto de deseo y de conflicto de adultos», y para que conozcan los beneficios plenos de una familia creada y mantenida por el «amor de un padre y de una madre».

El texto de la oración que todos los sacerdotes han de recitar en las iglesias hoy habla también de las inquietudes de la población ante la crisis económica: «Oremos por lo que tienen poder de decisión en este campo, y pidamos a Dios que nos haga más generosos en la solidaridad con nuestros semejantes».

El derecho al matrimonio y a la adopción por parte de las parejas homosexuales son promesas que el actual presidente, François Hollande , hizo durante la campaña electoral, y que en julio ha reafirmado el primer ministro, Jean-Marc Ayrault.

Según una encuesta de Ifop publicada ayer, el 65% de los franceses son partidarios del matrimonio homosexual, dos puntos por encima del sondeo realizado hace un año. En cuanto a la adopción de niños por parte de las parejas homosexuales, el 53% de los franceses están a favor, 5 puntos por debajo que en el informe de hace un año.

El Colectivo contra la Homofobia francés (CCH) ironizaba ayer con el texto «perfectamente anodino» de la oración de los obispos, «escrita en el más puro estilo sibilino que la Iglesia católica maneja con brío».

El portavoz de la conferencia episcopal, Bernard Podvin , recuerda que la Iglesia no va contra nadie al decir que se opone al matrimonio homosexual. Los obispos señalan que rezan «por algo», y no «contra nadie».

El cardenal Philippe Barbarin , arzobispo de Lión, ha recordado que el matrimonio no puede ser más que «la unión de un hombre y una mujer», y que así «está escrito en la primera página de la Biblia».