El fenómeno demográfico de las «generaciones vacías» se hace notar con fuerza en España

De momento, esta situación de «números rojos» no se ha producido en un año completo, al menos no que se sepa desde que en 1975 comenzaron los registros históricos. «Pero la tendencia de la sociedad española a un suave pero constante descenso de los nacimientos, al tiempo que también aumentan progresivamente las defunciones, nos conducirá, como muy tarde en 2016, a un dato histórico : el de que ya mueren en España más personas de las que nacen», explica a ABC Antonio Argüeso, subdirector de Estadísticas Sociodemográficas del INE. Esta situación demográfica, según el director general de la Fundación Renacimiento , Alejandro Macarrón , no se había dado en España desde 1939, al final de la Guerra Civil.

Que una sociedad tenga menos hijos -a los que puede dedicar más tiempo y dinero- y que su población envejezca -cada vez mejor- no preocupa a expertos como Albert Esteve, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Cataluña . Otra cuestión es la de las «generaciones vacías» ; años donde nace muy poca gente y, por tanto, pocas mujeres que después puedan tener hijos. «Ya están empezando a entrar esas generaciones vacías mientras que los del "baby-boom" abandonamos las edades fértiles. Comienza a haber una escasez de madres potenciales », señala Esteve.

A este dato hay que sumar el hecho de que « España es el país en el que la diferencia entre fecundidad deseada y observada es la más alta ». Y eso también es preocupante para Esteve porque «vemos que se quieren tener, pero no se pueden tener». Nuestra media de hijos por mujer es de 1,3; «lo que quiere decir que hay un 25% de ellas que no van a tener hijos». No porque no quieran, lamenta Esteve, sino porque « se esta retrasando mucho la edad a la que se plantean tenerlos, lo que va en contra de la biología », advierte este experto.

¿La solución? «que se destine recursos a esas edades en las que los jóvenes no se aventuran a tener hijos porque no tienen estabilidad económica. Si no, cuando la alcancen, la Naturaleza no perdonará. Podemos vivir más años, pero cada vez tenemos menos margen para tener hijos », concluye Esteve.