Faltan varios años para comercializar la vacuna contra el virus del Zika, avisa la OMS

La investigación científica se basará en varias pruebas realizadas con virus parecidos al del zika, como los de la dengue o chikungunya, para intentar poner a punto una vacuna que protega sobre todo a las mujeres, el grupo más vulnerable por el peligro de la microcefalia , y a los niños de corta edad.

El tiempo estimado para que la vacuna pueda ser comercializada será de aproximadamente tres años, según informó en una conferencia de prensa realizada al final de esta reunión de expertos, la directora adjunta de la OMS, la doctora Marie-Paule Kieny. La organización ha calculado que dentro de dieciocho meses se podrán hacer ensayos masivos del producto.

« El virus del zika provoca una infección menor y a menudo indolora en la mayoría de los pacientes y por este motivo las medicinas para tratarlo no son por el momento la prioridad ya que ahora lo que urge es desarrollar herramientas preventivas para proteger a las mujeres embarazadas y a sus bebés», explicó Kieny.

De acuerdo con Kieny, en fecha del dos de marzo más de sesenta compañías farmaceúticas y laboratorios de investigación estaban trabajando en 31 tipos de diagnósticos, 18 vacunas, 8 terapias y 10 métodos para controlar el vector de la infección. Por el momento, ninguna vacuna ha sido probada en humanos.

Los expertos creen que la mayor prioridad ahora es encontrar una vacuna que permita hacer frente a futuras epidemias. El objetivo principal es el de vacunar a las mujeres embarazadas y a las que están en edad de procrear. Para ello se necesitan estrategias que aceleren la investigación de una vacuna segura y eficaz.

Unas treinta compañías farmaceúticas están trabajando en pruebas de diagnóstico y el modelo retenido es el de un producto múltiple que pueda diagnosticar a la vez las enfermedades provocadas por virus de la misma familia como son el zika, dengue y chikungunya. Un borrador está listo y será presentado oficialmente a finales del próximo mes de abril.

Los expertos han concluido que las intervenciones clásicas, fumigar con insecticida zonas a riesgo, no han tenido un impacto significativo para reducir la transmisión de la dengue y lo mismo puede ocurrir en el caso del zika.

También precisaron que es necesario tomar precauciones con herramientas como el Wolbachia –bacteria que se introduce en los mosquitos para modificarlo genéticamente e intentar diezmar las poblaciones de estos insectos- y otros productos radiantes que se utilizan para matarlos.

Durante la conferencia de prensa Kieny explicó que comparada con la epidemia de ébola en África Occidental en 2014- 2015, esta infección está recibiendo una reacción más rápida por parte de las compañías farmaceúticas y laboratorios gracias a la coordinación y la colaboración que existe entre los países afectados.