El fallo del acelerador LHC se produjo a causa de un error humano
ABC/AGENCIAS
GINEBRA. El fallo que obligó a paralizar el acelerador de partículas LCH, el más grande y poderoso de la historia, se debió a una ensambladura que no estaba bien colocada, muy probablemente a causa un error humano, dijo ayer Lyn Evans, responsable del ... proyecto. Ese fallo causó un recalentamiento, por la elevada corriente eléctrica que se utilizaba en ese momento, y unas válvulas que se abrieron para dejar escapar la fuerte presión permitieron también la fuga de una tonelada de helio.
El pasado 10 de septiembre, los científicos del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN) inyectaron por primera vez y con éxito en el acelerador LHC un haz de millones de protones, y lograron que diese una vuelta completa al túnel circular subterráneo de 27 kilómetros, para luego hacer lo mismo con un segundo haz introducido en dirección opuesta. Apenas unos días después se detectó un fallo en un generador que fue remediado rápidamente, pero el día 20 ocurrió un incidente que ha obligado a detener el LHC durante varios meses, hasta la primavera. Un incidente debido a una ensambladura mal puesta.
En una conferencia de prensa, Evans lamentó que «todos los pequeños problemas» del acelerador se hayan «amplificado» por la notoriedad mediática de este experimento, que se realiza en la frontera franco-suiza. El acelerador cuenta con 10.000 ensambladuras, dijo Evans, de las que sólo una falló. «Esta máquina -añadió- es una joya».
El científico volvió a asegurar que el acelerador podrá ponerse a funcionar nuevamente en abril, después de que haya sido reparado y cuando haya pasado la habitual parada invernal de las instalaciones (entre diciembre y marzo), un periodo que se utiliza para realizar tareas de mantenimiento. Esa pausa es necesaria también para economizar energía, señaló el físico, quien explicó que en esa época del año el coste de la energía se multiplica por diez.
Prueba de fuego
Evans anticipó que «si todo va bien» a finales de mayo se podría acometer el ensayo de hacer colisionar los protones a altas energías, que es la prueba de fuego de este gran experimento, con el que se intentan comprobar los elementos fundamentales de la materia y su manera de interactuar.
Por su parte, el portavoz del CERN, James Gillies, señaló que se espera que los expertos puedan entrar esta misma semana en el sector del acelerador donde ocurrió la avería y realizar un balance completo de su estado antes de su inauguración, prevista para el próximo día 21. Gillies declinó cuantificar el coste económico que tendrá la reparación de la avería, pero adelantó que ello «entrará en el presupuesto» de la institución y que no se pedirá ninguna contribución extraordinaria a los cuarenta países «socios».
Mientras, el jefe de la Comisión de Seguridad del CERN, Maurizio Bona, aclaró por su parte que el acelerador LHC no representa ningún peligro para los habitantes de la región donde ha sido construido en términos de radiactividad. Recordó que aceleradores de partículas existen también en hospitales y universidades, aunque ciertamente diminutos comparados con el del CERN. Bona también desmintió cualquier similitud entre el LHC y una central nuclear, pues se trata de estructuras que en términos físicos hacen «exactamente lo contrario».
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