Leopoldo Nieto, el médico español que ha muerto en el terremoto de México

Ha sido identificada como Leopoldo Nieto , que llevaba más de 40 años viviendo en país y estaba en uno de los edificios que colapsó tras el seísmo, según ha podido saber ABC. Se trata de un español residente en México e inscrito como tal en el registro de matrícula consular.

Leopoldo Nieto nació en Madrid en 1951 . Estudió los dos primeros años de Medicina en la Universidad Complutense de la capital española, hasta que en 1972 se fue a vivir a ciudad de México, donde terminó sus estudios de Médico Cirujano en la Universidad La Salle. Se especializó como Médico Internista en el hospital General de México de la Secretaria de Salud. En 1983 comenzó a trabajar en el servicio de Medicina Interna del Hospital General de Zona número 1 Gabriel Mancera del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde en 1984 notificó el primer caso de SIDA en dicho hospital. En septiembre de 1991 puso en marcha la clínica de SIDA, que ha dirigido hasta ahora, según su currículo recogido en la web aids-sida.org.

El doctor Nieto desarrolló también su labor como profesor en reconocidas universidades públicas y privadas , como la Universidad La Salle, la Universidad Anáhuac y la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha participado en innumerables conferencias, simposios y congresos a nivel nacional e internacional. Asimismo, es autor de variadas comunicaciones y publicaciones científicas.

En 1995 publicó como editor y autor, junto con otros médicos, el libro «SIDA: Diagnóstico y Tratamiento». Era miembro de la Asociación de Medicina Interna de México; miembro del Consejo Mexicano de Medicina Interna y del Inter American Society for Chemotherapy. En la actualidad, estaba dedicado a la atención e investigación del SIDA .

Una decena de ciudadanos españoles siguen sin ser localizados tras el terremoto registrado en México el pasado martes, han informado a Efe fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.

Hasta el momento se tiene constancia de la muerte de un español residente en México a consecuencia del terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter.

Tanto la Embajada de España en México como el Consulado General en Ciudad de México tienen activadas sus cédulas de crisis para atender a los ciudadanos españoles afectados y mantiene contactos con la colonia residente y los viajeros registrados.

Para la localización de los españoles se están revisando los listados de los que están en el denominado registro de matriculaciones, los que figuran en el apartado de dobles nacionalidades y las personas que no están registradas pero que se encuentran en el país temporalmente o de turismo.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha enviado un telegrama al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, para expresarle sus condolencias por el terremoto y ofrecer ayuda española en las tareas de salvamento si las autoridades locales lo consideran necesario.

Según el texto difundido por el Palacio de la Moncloa, Rajoy ha transmitido su «gran tristeza», apenas dos semanas después de otro terremoto que se produjo en el sur del país, y el «profundo pesar del Gobierno y pueblo de España» por los destrozos que ha causado el seísmo.

Por eso, le ha pedido a Peña Nieto que haga llegar a las familias de las víctimas el pésame del pueblo español así como su "cariño y deseo de pronta recuperación a los heridos y demás afectados por este drama". Rajoy ha aprovechado para trasladarle "la plena disposición del Gobierno de España para colaborar inmediatamente con las autoridades mexicanas, en caso de que éstas lo requieran, en las tareas de salvamento actualmente en curso".

También la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha expresado el «dolor» del Ejecutivo por el terremoto que ha sacudido el centro de México, en el que han muerto más de 200 personas, y ha destacado la especial cercanía de España con el país.

«Cuando ocurren estas escenas en cualquier lugar del mundo todos los seres humanos nos sentimos sobrecogidos, pero además cuando ocurren en un lugar que habla nuestra misma lengua, que comparte nuestra historia y que comparte tantos y tantos siglos de vivencia compartida, además de ese dolor se une nuestro sentimiento directo de afección profunda», ha dicho en Teruel, donde ha firmado un convenio de inversiones con el Gobierno autonómico.