El exitoso método alemán para conseguir que los jóvenes se vacunen

Durante los meses más duros de las restricciones, las grandes discotecas de Berlín, referencia mundial en música techno, se vieron obligadas a cerrar sus puertas. Varias de ellas, como Tresor, ofrecieron sus espacios para establecer centros de test y servir así a la estrategia del Senado de Berlín y del Ministerio de Sanidad alemán, que han basado en los test masivos su lucha contra la pandemia hasta la llegada de las vacunas. En esta nueva etapa de la crisis sanitaria, quieren seguir colaborando y se han ofrecido para animar a los jóvenes como parte de una nueva estrategia . La idea fue de Markus Nisch , que dirige el centro de vancunación instalado por la Cruz Roja en el club Arena. «Al principio teníamos unas expectativas bastante limitadas, pero en cuanto se acercaba la hora de la primera de las fiestas comenzó a formarse una cola que rodeaba la manzana y en ese mismo momento nos dimos cuenta de que la convocatoria había sido todo un éxito », hace balance sobre la operación consistente en combinar la música y la fiesta nocturna con la vacuna contra el coronavirus.

Alrededor de 420 personas se vacunaron en esa primera fiesta, para la que el club recibió 1.500 dosis proporcionadas de forma gratuita por el gobierno regional de Berlín. En realidad habían acudido muchos más jóvenes, pero el aforo permitido estaba limitado y no fue posible continuar, aunque también hubo quienes no pudieron entrar en la fiesta pero aun así se vacunaron. El medio de publicidad de la operación han sido las redes sociales, como no podía ser de otra manera. « Yo lo vi en Instagram, mucha gente lo había compartido y me pareció divertido », ha declarado a los medios de comunicación tradicionales Olga Kapuskina , de 27 años, recién mudada a la capital alemana. «Hay muchos jóvenes en Berlín que son escépticos, que no piensan en vacunarse por una u otra historia, pero estuvimos hablando y nos dimos cuenta de que la gente se mete a menudo sustancias mucho más peligrosas e inseguras que la vacuna, así que ¿por qué no vacunarse?», ha explicado por su parte Roberto, de 22 años, italiano que pasa el verano en Berlín aprendiendo alemán y que ha vivido la vacunación a la alemana como una gran experiencia.

Alemania recomienda ya la vacunación desde los 12 años de edad . La Comisión Permanente de Vacunación (Stiko) asegura que hay ya indicios, recabados en Estados Unidos, donde más de 10 millones de menores han sido ya vacunados, de que la inmunización tiene más ventajas que riesgos también en esta franja de población. Aunque el gobierno Merkel no hará obligatoria la vacuna, en breve empezará a cobrar por los test, que hasta ahora eran gratuitos, con el fin de desincentivar ya esta estrategia de soslayar el virus. Las autoridades alemanas apuestan además por la creatividad en las estrategias de distribución de la vacuna. Berlín ha organizado también centros de vacunación en los aparcamientos de tiendas como Ikea, a las que los clientes acuden los fines de semana . Se han llevado a cabo campañas en estadios de fútbol en los que se vacunaba a los hinchas del equipo local. Y en Sajonia se ha repartido la vacuna en puestos de salchichas junto a una consumición gratis. Como ideas como estas, el Ministerio de Sanidad trata de llegar a las personas que huyen del papeleo, las citas concertadas o de pedir horas libres en el trabajo para acudir a vacunarse.

Hasta este martes, un 62,7% de la población (52,1 millones de personas) había recibido al menos una dosis de la vacuna, mientras que al 55,6% (46,2 millones) se le había administrado la pauta competa. La canciller Merkel ha determinado que hasta que no esté vacunado el 75% de la población, el 95% de la población que pertenece a grupos de riesgo , no se logrará la inmunidad de rebaño, por lo que el Estado se vuelca ahora en la vacunación de niños y jóvenes, los últimos en acceder a las vacunas.