Europa se impacienta por la llegada con cuentagotas de la vacuna

Antes de la última campanada de Nochevieja, Alemania, donde se desarrolló el fármaco más esperado, habrá recibido 1,3 millones de dosis de Pfizer-Biontech y a finales de marzo la cifra habrá alcanzado los 14,5 millones de dosis. Teniendo en cuenta que cada individuo requiere dos dosis en un intervalo de tres semanas, a finales de marzo habrán sido vacunados, en el mejor de los casos, 7,2 millones de alemanes, en una población que ronda los 83 millones de habitantes. «Estaremos todavía lejos de la inmunidad de rebaño y la relajación de las medidas depende de eso. Cuantas más vacunas, más libertad. Cuantas menos, más restricciones», ha augurado el presidente de Baviera.

Las cuentas son similares en España y en otros países europeos que recibirán sus dosis, calculada según población. En el caso de España, 350.000 dosis por semana.

También Manuela Schwesig, presidenta regional de Mecklemburgo-Antepomerania, ha expresado su preocupación al respecto. «Me preocupa la escasez de vacunas» , ha dicho, «tendríamos que conseguir al menos, en la primera ronda de vacunaciones, asegurar todas las residencias de ancianos. Y para esto es necesario recibir la cantidad suficiente de dosis». Karl Lauterbach, portavoz de Sanidad del Partido Socialdemócrata (SPD), ha pedido igualmente un aumento en la capacidad de producción de la vacuna. «La vacunación va bien. El problema, sin embargo, es que solo podemos vacunar a cinco millones de personas con la vacuna existente para fines de marzo y además nos estamos quedando sin tiempo. El virus ya ha formado mutaciones», ha advertido. «Si el gobierno federal no agota todas las posibilidades legales ahora , pondrá en peligro innumerables vidas humanas », ha añadido.

En este debate, ha surgido la propuesta concreta para acelerar la producción de vacunas en el paritod Die Linke (La Izquierda), cuyo portavoz de política sanitaria del grupo parlamentario, Achim Kessler, ha señalado que «el mayor problema en este momento es que se están produciendo muy pocas vacunas» y ha recordado que «según la primera ley de protección civil, el ministro de Sanidad puede obligar a las empresas a ceder a otras empresas una licencia para reproducirse ». «Ahora el gobierno federal debe ocuparse de esto rápidamente», ha instado al ejecutivo alemán.

El gobierno alemán, sin embargo, descarta por ahora esa medida y confía en que la farmacéutica alemana BioNtech, con sede en Maguncia, amplíe su capacidad de producción, como tiene planeado, en los próximos meses. «Nuestro objetivo es que, a partir de febrero y marzo, puedan producirse más vacunas, lo que aumentaría enormemente nuestra capacidad de vacunación», ha tranquilizado el ministro federal de Sanidad, Jens Spahn.

Los laboratorios BioNtech han adquirido recientemente una planta de producción en Marburg , oeste de Alemania, que pertenecía a la suiza Novartis y que permitirá aumentar su capacidad a partir de febrero, según ha anunciado el creador de la vacuna, Ugur Sahin. Spahn ha defendido esta hoja de ruta, establecida desde noviembre, recordando que la fabricación de la vacuna «implica un proceso técnico muy ambicioso y cuidado, cuyo ritmo no se puede acelerar así como así ni trasladar a otras empresas sin más». «Estamos hablando de una producción muy compleja, con unas prerrogativas de calidad y seguridad que en ningún caso pueden trasladarse a otras empresas que no han obtenido legalmente la licencia ni han superado las pruebas de control».

La distribución de los 200 millones de dosis iniciales para la Unión Europea de la vacuna Pfizer-BioNTech será completada en septiembre, ha aclarado por su parte un portavoz de la Comisión Europea, que reconoce que hay conversaciones en marcha para acordar la entrega de 100 millones de dosis adicionales que son optativas bajo el contrato firmado con las dos compañías.

Estados Unidos, sin embargo, se mueve más rápido que Europa y acaba de ampliar el contrato . La Administración Trump firmó en julio un contrato de producción de cien millones de vacunas con las farmacéuticas Pfizer/BioNTech, que no había recibido fondos para el desarrollo de la vacuna. Sin embargo, las autoridades europeos no cerraron ese acuerdo hasta noviembre.

Estados Unidos también contrató otros cien millones de dosis con Moderna. Y siguen sumando dosis . En las últimas semanas, han firmado nuevos pedidos, de cien millones de dosis adicionales con ambas farmacéuticas. Por lo tanto, las vacunas que a día de hoy tiene contratadas el Gobierno estadounidense ascienden a 400 millones.

Como se requieren dos tomas, el país podrá inmunizar a 200 millones, a la espera del desarrollo de más dosis por parte de otras empresas farmacéuticas que están apurando los ensayos clínicos y la aprobación de sus vacunas candidatas.