La Eurocámara declara la emergencia climática y reclama medidas urgentes

La votación tuvo lugar al día siguiente de la investidura de la nueva presidenta de la Comisión Europea, la democristiana alemana Ursula von der Leyen, que había prometido en su discurso un gran «pacto verde» para la UE durante la nueva legislatura. Muchos de los diputados de su familia política había intentado cambiar en este texto el término «emergencia» por el de «urgencia» pero el grupo de los Verdes ha exigido mantenerlas e incluso una parte de los ecologistas había amenazado con votar en contra por considerar el texto negociado como poco ambicioso.

El líder de los populares, el también alemán Manfred Weber, había dicho que su grupo no se oponía al sentido de la resolución, pero insistió en que le parece más conveniente incidir en una «transición de mercado» en el sentido de considerar también con realismo los intereses de la industria europea y su necesidad de competir con los actores económicos de otras regiones del mundo. En todo caso, todos los eurodiputados españoles del Partido Popular han votado a favor de la resolución tal como ha sido aprobada, mientras que el resto del grupo se ha dividido.

El francés Pascal Canfin, del grupo centrista «Renew Europe», presidente del comité de medio ambiente y que había promovido esta declaración, consideró que al aprobarla, el Parlamento «cumple las expectativas de los ciudadanos europeos» , puesto que «Europa es el primer continente en declarar la emergencia climática y ambiental. También es un mensaje muy fuerte, primero para los ciudadanos europeos y para el resto del mundo, justo antes de la COP25, y tres semanas después de que Donald Trump confirmase la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París».

El eurodiputado español Ernest Urtasun, actual vicepresidente del grupo Verdes/ALE, consideró este voto como «un hito histórico que será un mensaje inequívoco para la Comisión Von der Leyen y llega en el mejor momento posible, ante la COP25 de Madrid, donde la UE deberá jugar un rol de liderazgo internacional».

Los verdes pretenden que después de esta resolución la Comisión tome medidas adicionales como la de aumentar el objetivo de reducción de emisiones en la UE hasta el 65 por ciento en 2030, la supresión de cualquier financiación pública para combustibles fósiles en el diseño de los presupuestos y una reforma de la Política Agricultura Común (PAC) para que incida en la lucha contra el calentamiento global.

Ursula von der Leyen ha hecho de la transición ecológica uno de los puntos centrales de su programa para los próximos cinco años y ha anunciado como una de sus primeras medidas la adopción de un «pacto verde» que seguramente no es tan ambicioso como el programa de los ecologistas, pero probablemente mucho más realista.

En todo caso, la aprobación de esta resolución representa un buen indicador de la temperatura política en Europa para la legislatura que acaba de empezar y en la que esta cuestión tendrá una importancia capital. La Comisión Von der Leyen recabó una mayoría de 461 votos, algo más que esta resolución, con la abstención de los verdes. Esto confirma que en esta composición del Parlamento el juego de alianzas va a pivotar en torno a los ecologistas y que, aunque la alemana ha demostrado que puede contar con una mayoría sin ellos, también puede buscar su apoyo en caso de que encuentre reticencias insalvables a su derecha.