El escaqueo en el teletrabajo dispara un 50% las consultas a detectives privados
Las agencias detectan que muchos empleados aprovechan para ir a la compra o al gimnasio

Hace apenas quince meses, Raúl (nombre ficticio ) salía de casa todas las mañanas, puntual, a las 8.30. Su oficina le quedaba relativamente cerca, pero le gustaba llegar puntual a su puesto de trabajo para empezar la jornada con un café en la ... mano. Ahora, después de doce meses teletrabajando, sale abandona su domicilio media hora más tarde, a las 9.00 de la mañana, cuando ya está abierta la biblioteca de la ciudad en la que vive y en la que pasa prácticamente toda la mañana. Lo que Raúl no sabe es que esta es ya la segunda jornada en la que un detective privado contratado por su empresa, está anotando todos sus pasos.
El de Raúl (un hecho real) es otro más de los cientos de casos de trabajadores que se han aprovechado del contexto actual para hacer otras actividades durante su jornada de trabajo y seguir cobrando a fin de mes. En este contexto ha florecido el trabajo de los detectives privados, que se han tenido que adaptar a los tiempos actuales, casi siempre motivado por la sospecha previa de una empresa sobre su empleado. «En los servicios relacionados con el Covid hemos detectado un aumento del 50 o 60% de los casos, la mayoría encaminados a verificar si se cumple con la jornada laboral», cuenta a ABC Antonio Labrador , secretario de la Asociación Profesional de Detectives Privados de España. En cambio, han disminuido los casos relacionados con el absentismo o informes patrimoniales y han continuado estables los problemas familiares. Cuando investigan la ausencia en el puesto de trabajo en remoto se han encontrado con dos factores de gravedad, según Labrador: por un lado, la defraudación de fondos (o públicos o a su empresa) y por otro, la posible ruptura de cuarentenas.
En este sentido, Francisco Cesteros , de Cuzco Detectives, destaca varios trabajos realizados por su empresa en la que han tenido que investigar a personas que han alegado ante su empresa que son pacientes de riesgo ante el coronavirus pero que «o no guardan cuarentena, o luego se suben al coche con personas con las que no viven sin mascarilla o incluso se la quitan si van por la calle». Este perfil coincide con el de personas que, en su opinión «se creen que están protegidos por la ley y abusan de la empresa, que cada vez tiene menos dinero». Aunque sus informes a veces no sean concluyentes, según expone este detective, sí que generan lo que denominan 'pruebas de desconfianza', que tarde o temprano podrán determinar el despido ante los reiterados abusos.
Desde DRC Detectives, su director general, David Rodrigo, cifra en un 40% el incremento de vigilancias respecto al teletrabajo con respecto a 2019. Según sus investigaciones, en estos casos se cruzan dos variables: «un perfil defraudador, típica picaresca española», según Rodrigo, y el factor oportunidad, provocado por «el descontrol de haber tenido que adaptar a los empleados a un nuevo puesto de trabajo en su casa». Aprovechar la jornada para hacer la compra, acudir al gimnasio o llevar a los hijos al colegio son los tipos de actividades que más encuentran al investigar. Entre los que pueden 'permitirse' el escaqueo se encuentran, por un lado, personas con altos cargos, oficiales, ingenieros, o arquitectos que «alargan el tiempo de realización y a mitad de su jornada se dedican a otros quehaceres porque trabajan por encargos », expone Rodrigo. Por otro lado se encontrarían las personas que trabajan con un sistema de fichaje, «que conectan el ordenador en remoto mientras hacen otro tipo de cosas y después vuelven, porque el sistema de fichado es incontrolable», incide. Entre los que no existe posibilidad ninguna de ausentarse se encuentran, por ejemplo, los que trabajan en 'call center'.
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