Joaquín Lorente: «¿De qué sirve que nos manifestemos si no sabemos utilizar el cerebro?»

«Los derechos se conquistan» y «Si no nos dejan soñar no os dejaremos dormir» sí son lemas del movimiento 15-M. Se echaron a la calle buscando respuestas a un hartazgo que, hasta el momento, la 'generación dormida' no había dejado sentir . «Parece mentira, pero escribí esto antes de que ocurriera todo», asegura Lorente. Su libro no es, o al menos no pretende ser un manifiesto, sino una guía para alcanzar metas y, por qué no, sueños. Este experto en marcas, forjado en grandes campañas publicitarias y que ha estado también en el lado opuesto a los «indignados» -fue asesor de Felipe González y Jordi Pujol- decidió traspasar la barrera hace tiempo para dejar de persuadir con la publicidad y enseñar que no solo dependemos de factores externos si queremos llegar más alto que el que está al lado.

«El mundo deja cada vez menos resquicios para mentes retardadas». Para Lorente, los jóvenes que ahora se manifiestan se han encontrado en un mundo «realmente sencillo» , en el que «los padres hicieron la vida fácil a sus hijos, un error cargado de buena fe y que hizo que no supieran competir para conseguir lo que quieren».

«El stock de conocimientos que hay en los cerebros jóvenes no ha existido nunca. Muchos son los mejores, por eso hay que intentar aportar siempre un poco más». ¿Cómo? En sus 146 claves puede que esté la respuesta: «Riega tu cerebro, dedica el diez por ciento de tu jornada laboral a ejercitarlo, recíclate, no creas que lo sabes todo y, sobre todo, conócete a ti mismo».

Y estas leyes, «válidas para cualquier persona en cualquier etapa», se graban a fuego estos días en que el movimiento 15-M ha mostrado ese stock de cerebros ávidos por un futuro distinto . Y ahora, cuando sobrevuelan las dudas de si habrá vida después de la protesta, es cuando las teorías de Lorente adquiern forma, porque con o sin acampada «podemos cambiar lo que el sistema nos tiene reservado».

«Lo que ha ocurrido en Sol ha sido el estallido de un continuo sentimiento de injusticia . Es un movimiento positivo, porque hace generaciones la indignación habría estallado en forma de palos, pero esos palos se emplean hoy para levantar pancartas» . Ahora es, para Lorente, el momento de las propuestas: « Aún falta un liderazgo y una voz clara para dar fuerza al movimiento, alguien que cuando estalle el géiser sea capaz de canalizar la explosión».

«Estamos utilizando muy poco el cerebro», alerta el publicista. «Intentamos reconfortarnos con respuestas ajenas, pero no nos preguntamos qué podemos hacer nosotros por cambiar la situación . Estamos en una carrera de fondo en la que antes competían unos pocos y ahora hay muchos corredores muy preparados. Si antes tener un título era un salvoconducto para la vida, ahora es solo una referencia de que has estudiado algo , nada más».

Por ello, Lorente no cesa en su empeño: «Escucha a tu cerebro, aliméntalo». Es el concepto de «diezmo cerebral» : Dedicar el 10% de la jornada laboral a alimentar el cerebro, de la misma manera que hacemos con nuestro cuerpo. «Tenemos un millón de recursos gratuitos, libros y sitios a los que acceder para "dar de comer a nuestras cabezas"». No hay excusa.

Parece, como dice, que este libro se ha escrito al compás de los cánticos en Sol. «Esto es solo el primer sarpullido de la sociedad y va a terminar por ser un picor muy fuerte, esperemos que triunfe» . Pero, manifestaciones al margen: «Compite, ejercita tu cerebro, piensa en ti y en tus posibilidades». Porque «todo lo que sabes sirve, pero ahora menos». Y añade: «Manifiéstate, sí, intenta cambiar el sistema porque se ha quedado obsoleto , pero no dejes de pensar que tú formas parte de él y es tu cerebro de quien dependes. ¿De qué sirve entonces manifestarse si no utilizamos el cerebro?»