Reino Unido recupera la mascarilla, las PCR y las cuarentenas a la llegada por la variante Ómicron

La nueva variante, la B.1.1.529, también ha sido identificada en Sudáfrica, Botsuana, Bélgica, Hong Kong e Israel, y la Organización Mundial de la Salud la calificó el viernes como una variante como «de preocupación», ya que «presenta un gran número de mutaciones, algunas de las cuales son preocupantes». La evidencia preliminar sugiere que tiene un mayor riesgo de reinfección, pero aún son necesarios más datos científicos para comprobar si se propaga más rápido, si que hace que las vacunas sean menos efectivas o si provoca casos más graves de la enfermedad.

El rueda de prensa este sábado, el primer ministro Boris Johnson confirmó que de momento las medidas para atajar su transmisión pasan por el ingreso en la lista roja de viajes internacionales a Sudáfrica, Namibia, Zimbabwe, Botswana, Lesotho y Suazilandia, países a los que se sumarán Angola, Mozambique, Malawi y Zambia. Además, todos los viajeros que lleguen a territorio británico tendrán que someterse a una prueba PCR el segunda tras su llegada (actualmente se permite una prueba rápida) y no podrán salir de casa hasta recibir un resultado negativo. Todos los contactos de casos sospechosos de la nueva variante Omicron tendrán que hacer cuarentena durante 10 días, incluso si tienen la pauta de vacunación completa, y las mascarillas volverán a ser obligatorias en el transporte público y en los comercios, aunque no en la hostelería. Asimismo, el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización estudiará si es necesario considerará administrar una tercera dosis a un grupo de edad más amplio (ahora mismo es a los mayores de 40) así como reducir el tiempo entre la segunda dosis y el refuerzo, que está establecido en seis meses. Johnson descartó eso sí la introducción de «pasaportes» de vacunación para ingresar a locales de ocio o el llamamiento a que la gente vuelva a trabajar desde sus hogares.

El premier puntualizó que es necesario darle a los equipos científicos “más tiempo” para estudiar «la naturaleza» de esta nueva variante pero se mostró optimista al afirmar que el Reino Unido «sigue estando en una posición mucho más fuerte» que muchos otros países, y que está «absolutamente seguro de que esta Navidad será mejor que la anterior».

El profesor Patrick Vallance, principal asesor científico del gobierno británico y que acompañó a Johnson en su comparecencia, explicó que «la razón por la que esta variante es preocupante es su combinación de transmisibilidad», así como «la posibilidad de cierto grado de resistencia a las vacunas debido a la cantidad de mutaciones» que tiene.