Vox denuncia que el Gobierno balear «cuela el catalanismo radical» en los exámenes de Selectividad

El texto sobre el que deben pronunciarse los citados alumnos es un artículo del escritor Melcior Comes, publicado en el diario en catalán «Ara» el 27 de diciembre de 2019 . El texto habla de los asistentes de voz y dice que «cada vez más este tipo de aparatos estarán presentes en la vida de mucha gente, y si nos pasamos tantas horas hablando con estos utensilios en castellano será una derrota más de nuestra lengua, más significativa que la que sufrimos día a día en la Administración de Justicia o en la cartelera de cine». Tras referirse a los «usuarios de los países catalanes» , el artículo añade: «Estamos hablando de un asistente que nos ayuda o nos distrae, no de un guardia civil, pero de momento no funciona si no le hablas en la lengua de un imperio». En ese contexto, Comes ha dicho hoy que no había ninguna voluntad de ofender a nadie con su artículo.

Por su parte, Campos ha lamentado que «una vez más, vemos cómo la izquierda en manos de los separatistas utiliza hasta algo tan importante como los exámenes de Selectividad para su burdo adoctrinamiento ». Según el líder de Vox en las Islas, «están enfermos, no puede definirse de otra manera». A continuación, Campos ha formulado varios interrogantes: «¿Qué esperan que conteste un alumno cuando le piden su opinión? ¿Cómo van a puntuar a aquel que se atreva a discrepar de su fanatismo pancatalanista?». Por ello, «este examen es una amenaza en toda regla que busca amedrentar a los jóvenes », pues «si uno no contesta lo que estos sectarios quieren oír, se juega su nota de acceso a la universidad», lo que supone un «atropello gravísimo a las libertades».

Campos ha censurado también el « constante mensaje de victimismo del catalanismo radical, que apenas puede esconder su supremacismo y su odio a todo lo que consideran español». Además, ha anunciado que pedirá «explicaciones» en el Parlamento regional al consejero de Educación del Govern , el socialista Martí March, «a pesar de que no esperamos nada de March, que lo único que ha demostrado es sentirse muy cómodo con todos los casos de adoctrinamiento que hemos denunciado». Así, «su modelo de escuela no es la inmersión lingüística, es ahogar las mentes de los niños y los jóvenes en su delirio catalanista».

En esa misma línea crítica se ha pronunciado este miércoles Mos Movem, que en la actualidad preside María José García. En su cuenta oficial de Twitter, esta entidad ha señalado que «tanto estudiantes como la sociedad de Baleares en general» están «indignados, una vez más» por «la falta de veracida d y la persistencia desde la Consejería de Educación», a través de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), sobre «los falsos Països Catalans». Para Mos Movem, aparece en este caso «toda la dialéctica independentista en un examen de Selectividad» y hay una «manipulación subliminal a los jóvenes».

Cabe recordar que en la Comunidad gobierna en la presente legislatura un tripartito conformado por el PSOE, Unidas Podemos y la formación ecosoberanista MÉS per Mallorca, bajo la presidencia de la socialista Francina Armengol. Además de las críticas formuladas este miércoles por Vox y por Mos Movem contra el Govern, cabe destacar también las emitidas por Foro Baleares, Plis Educación y JUCIL (Justicia para la Guardia Civil) Baleares contra el contenido de la citada prueba de Lengua Catalana y Literatura de Selectividad en la UIB.

Por su parte, el autor del mencionado artículo ha indicado, en declaraciones a ABC, que en su texto no había ninguna voluntad de ofender a nadie. «Tengo un perfil de articulista más bien irónico y no me gusta nunca ir a la ofensa», ha recalcado Comes, para añadir: «La ironía a la hora de hablar por ejemplo de la Guardia Civil ya se entiende hoy como una especie de ataque, quizás porque ahora vivimos en un mundo en el que cualquier mínima reticencia ya te ocasiona críticas desaforadas» .

«Es un texto que ideológicamente no veo nada marcado, que simplemente intenta exponer la problemática de estas nuevas tecnologías de voz y también cómo hay dificultades para que se adapten a las lenguas más pequeñas y minoritarias », aclara. En el citado artículo hay «un poco de ironía» , en el sentido de que más allá de «los problemas que ya tenemos si queremos hablar catalán» en determinados ámbitos, «cuando pongas ahora un robot de voz en tu casa, tampoco te podrás dirigir a él en catalán».

En el texto, según Comes, «también hay una reflexión más general sobre el tiempo que perdemos con las nuevas tecnologías y sobre la soledad que ello nos puede comportar». Sobre la situación de la libertad de expresión en el mundo actual, señala que hoy se estaría percibiendo un posible retroceso, debido a la existencia de «un discurso del odio » y a que «algunos han descubierto que gracias a esa especie de dinámica moral pueden obtener un rédito político o pueden conseguir un lugar en el campo del periodismo o de la opinión pública».