WWF denuncia la creación de 252 hectáreas de regadío en Doñana desde 2015

El responsable de la oficina WWF en Doñana, Felipe Fuentelsaz, ha indicado en rueda de prensa, que el informe pone de manifiesto que «el regadío sigue creciendo en Doñana de forma continua, descontrolada y también ilegal , poniendo en peligro la credibilidad y el futuro de todo el sector agrícola y de este espacio Patrimonio de la Humanidad»

Ha precisado que del total de nuevas hectáreas, 110 están en la cuenca del Guadalquivir, que gestiona el Gobierno central, y 141,90 en la cuenca del Tinto, Odiel, Piedras, de competencia autonómica.

Las detectadas en el lado del Guadalquivir son fincas más pequeñas y «nos consta que han sido detectadas por la guardería fluvial y que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir está barriendo la zona y están aplicando la teledetección».

Las del Tinto, Odiel, Piedras son fincas más grandes, desconociendo la organización si la guardería fluvial está actuando y sin que le conste que en esta zona se estén haciendo trabajos de teledetección; además «muchas de ellas son ilegales, pero otras están situadas dentro del ámbito de comunidades de regantes»

Fuentelsaz ha apuntado también que todas estas hectáreas «se han plantado fuera de los suelos clasificados como regables por el Plan Espacial de Ordenación de Regadíos de la Corona Norte de Doñana y 160 -78,5 %- de ellas están en zonas ambientalmente sensibles, zonas A del Plan de Ordenación del Territorio de Doñana (POTAD)».

Ha recordado que estos nuevos cultivos se suman a las 1.680 hectáreas aparecidas entre 2004 , año en que se puso fin -sobre papel- al crecimiento descontrolado de la agricultura en Doñana, y 2015.

Para WWF, el crecimiento de la agricultura en Doñana es «inaceptable», considerando «el estado crítico del acuífero y la falta de actuación contundente ante los pozos y fincas ilegales».

Según la organización, « ha de ponerse techo al crecimiento de los regadíos » en el entorno del espacio natural y aplicar «de forma urgente» el Plan de la Corona Norte, ya que entienden, según ha precisado Fuentelsaz, es «el único instrumento que puede dar seguridad jurídica al sector y conservar el agua de la que depende la propia agricultura onubense y los humedales de Doñana».