Dentro de la UE no sería posible conseguir legalmente las inyecciones

Fuera de la UE, podría utilizar un intermediario o una empresa subsidiaria radicada en el extranjero para burlar estas reglas, pero esto supondría entrar en un «mercado gris» en el que no existiría certeza de que se compran dosis en condiciones.

Además, el número de vacunas producidas por parte de los principales laboratorios es aún limitado. No hay excedentes disponibles para compras privadas y en todo caso el precio sería muy elevado para algo que legalmente es gratis en toda la UE. Sin embargo sí que podrían comprar vacunas producidas en Rusia o China, aunque no se podrían inocular en España mientras no estén autorizadas. Y, en general, en la UE la vacunación no es obligatoria, es decir, que las empresas no podrían obligar a nadie a vacunarse y además serían directamente responsables de las eventuales consecuencias negativas que pudieran sufrir los vacunados.

Los profesionales sanitarios, conscientes de la necesidad también de acelerar la vacunación, confían en que pronto se aligeren los mecanismos. «Tenemos por delante el reto de poner tantas vacunas como nos sea posible en cuanto nos lleguen», señala a ABC el virólogo Estanislao Nistal , profesor de Microbiología en la Universidad CEU San Pablo. Lo que hay valorar, en su opinión, no se trata de si las empresas deberían o no adquirir dosis unilateralmente, sino ajustar el foco, «que sepamos ser hábiles y rápidos para ponerlas , sin dejar pasar tanto tiempo».

«Para ser más rápidos tenemos que llevar las vacunas a aquellos lugares donde hay personas que las puedan pone r, no levantar vacunódromos», señala Nistal. En este sentido y desde el punto de vista logístico, este experto considera que sería apropiado contar con todas las instituciones (mutuas, farmacias, centros o universidades con personal de enfermería...) que ya tienen experiencia y realizan inoculaciones rutinarias en determinadas épocas del año, como por ejemplo en la campaña de la gripe. « Y si hay personas con más de 60 años en esa empresa , que se vacunen ahí, sin desplazarse, llegando a más personas», añade. El problema, en su opinión, es que «tenemos un sistema que piensa en el que todo tiene que ser por los cauces establecidos, sin valorar sus capacidades reales ».