Los daños por las lluvias torrenciales se multiplican por España

La isla más afectada fue Mallorca. En el municipio de Santanyí llegaron a caer hasta 99 litros por metro cuadrado en apenas una hora. En dicha localidad y en la de Campos los vientos superaron además los 100 kilómetros por hora. En ambos municipios y en otros como Ses Salines, Calviá o Palma se multiplicaron los atascos, calzadas y bajos inundados, árboles caídos y varias carreteras cerradas por desprendimientos. A las cinco y media de la tarde se habían contabilizado un total de 148 incidentes en todo el Archipiélago.

Mientras, las localidades afectadas por las lluvias torrenciales del lunes trabajaban, pala en mano, para recuperar la normalidad. Ese día, 16 estaciones meteorológicas distribuidas en otras tantas localidades registraron los parámetros necesarios para hablar de lluvias torrenciales: cayeron al menos 10 litros por metro cuadrado en 10 minutos.

Lo peor del lunes se registró en el sureste de la Comunidad de Madrid. En Tielmes cayeron 65,4 litros por metro cuadrado en todo el día. De esos 65 litros, 59,4 se registraron solo en una hora. Y dentro de esa hora, hubo 10 minutos en los que se recogieron 22 litros por metro cuadrado. «Es mucho en poco tiempo, y con granizo», explica el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo. En Arganda del Rey , imagen de los efectos de esta gota fría por las montañas de granizo acumulado, cayeron 56 litros por metros cuadrado en todo el día -46 en una hora-.

En Segovia capital se acumularon unos 34 litros en seis horas, un valor que sitúa el mes de agosto de 2019 como el más lluvioso desde que hay registros (1969) en la ciudad.

Este miércoles las lluvias empiezan a remitir, pero el balance que deja a su paso no apunta en la buena dirección. Las primeras estimaciones de la Agrupación de Entidades Aseguradoras de Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) hablan de pérdidas «importantes» en la uva de vino y otros cultivos de verano como pimiento, melón y sandía, el olivar o el girasol . Por zonas, los daños se han localizado principalmente en Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid.

En Borox (Toledo), que se encontraba en plenas fiestas patronales cuando les sorprendió la descarga, el alcalde anunció ayer que pedirá l a declaración de zona catastrófica .