Cuatro de cada diez profesores de Religión se identifican políticamente con la izquierda

Estas son algunas de las conclusiones de una macroencuesta realizada por la Fundación SM a más de 18.800 docentes, alumnos y familias sobre la percepción social de la clase de Religión.

El «Informe 2020 Panorama de la Religión en la Escuela», presentado este miércoles, revela que el 32,2 por ciento de los docentes se sitúa políticamente en el centro derecha o a la derecha mientras que el 41,4 lo hace al centro izquierda o a la izquierda. Un 14,8 se identifica con el centro y un 11,4 prefiere no definirse o no contestar. Lo curioso es que mientras un 14,6 por ciento se identifica exclusivamente con la izquierda, solo un 1,1 lo hace con la derecha.

Contrariamente a lo que opinan algunos partidos políticos, las clases de Religión Católica tienen un impacto «poco o nada relevante» en los ideales, militancia política y sindical de los alumnos. Para el 40 por ciento del alumnado, de hecho, no les ha influido en sus inclinaciones políticas.

Por el contrario, ocho de cada diez profesores consideran que esta materia ayuda a los alumnos a comprender otras culturas y contribuye a la formación ética y a la ciudadanía global . Además el 80 por ciento de los estudiantes que han pasado por esta materia admite que ha sido relevante para su vida personal y volvería a cursarla si volviera al sistema educativo.

«Tras las conclusiones de este informe no parecen sostenibles ya algunos estereotipos sobre la enseñanza religiosa que perviven en algún imaginario y que castigan injustamente la realidad de la enseñanza de la religión hoy. No parece razonable seguir acusándola de adoctrinamiento y privilegio de la Iglesia más propio de otro tiempo», aseguró Carlos Esteban, autor del informe.

El perfil del profesorado de religión actual es laico , no hay sacerdotes ni apenas religiosos dando clases, y la mayoría está implicado en acciones sociales para la promoción de la justicia social (71%).

Además, siete de cada diez familias no solo muestran una satisfacción general con las clases de Religión sino que la consideran «necesaria» para la educación de sus hijos. Un 70% rechaza también abiertamente la imagen de adoctrinamiento que se quiere dar desde algunos sectores políticos a la asignatura.

«La clase de Religión no tiene problemas reales en el sistema educativo ya que hay una satisfacción general entre profesores, alumnos y familias. Funciona razonablemente bien y tiene un notable», apuntó el autor del informe.

Durante la presentación de este sondeo, Esteban indicó que «la OCDE está pidiendo una competencia global de aprender a vivir juntos y la clase de Religión en ese sentido es un bien para la escuela y para la sociedad». «No es una asignatura poblemática y contribuye a la diversidad social», insistió.

Si bien la mayoría de los docentes se sienten valorados por sus alumnos, el 45 por ciento considera que su trabajo no es reconocido por la Iglesia , mientras solo un 8,7 por ciento se siente «estimado» por la sociedad. «Los aplausos de las ocho no van para la escuela pero pensando que son profesores de Religión Católica y que están vinculados a la Iglesia, el hecho de que solo el 45 por ciento diga sentirse reconocido por ella, eso nos lleva a pensar que hay áreas de mejora en la animación y en la organizacion de estos profesore», indicó.

En cuanto a la práctica religiosa de los profesores de Religión, los resultados de la encuesta revelan que para el 91 por ciento es habitual o muy habitual. Además para el 61.2 por ciento lo más importante para ser profesor de Religión es ser creyente frente a un 29,7 por ciento que le concede más importancia a creer en la educación.

Las Comunidades Autónomas que reflejan una menor práctica religiosa de los proferesos en la escuela pública son Baleares, Cataluña y País Vasco.

El grado de satisfacción del profesor con sus condiciones laborales no es el mismo en la enseñanza concertada que en la pública. Cae de un 75.3 a un 53.3 por ciento. «Una disminución muy significativa que quizá se explica por la inestabilidad laboral del profesorado de Religión en centros públicos», señaló Esteban, durante la presentación del informe.

El análisis por comunidades autónomas muestra que los docentes que más satisfechos están con sus condiciones laborales se encuentran en Galicia y los que menos, en Andalucía, Aragón y Extremadura . En el caso de Aragón, esta insatisfacción lleva a plantearse a un 20 por ciento dejar de ser profesor de Religión, si pudiera cambiar de trabajo.