¿Cuándo amanecería y anochecería en tu provincia si no cambiáramos la hora?

«Los europeos, en mayo de 2019, no van a aplaudirnos si seguimos cambiando la hora dos veces al año. Debe suprimirse el cambio de hora», dijo el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker Juncker en su discurso del Estado de la Unión.

La propuesta responde a una petición mayoritaria de los ciudadanos. El 84% de los participantes en una encuesta realizada en Internet por el Parlamento Europeo votó a favor de eliminar los cambios horarios . Entre los españoles ese porcentaje alcanzó el 93%.

Asimismo, según una encuesta realizada por GAD3 para ABC, el 60,1% de los encuestados se mostraba a favor de la supresión del cambio de hora y el 56,8% prefería que se mantuviera el horario de verano.

Si este domingo nos rebeláramos y decidiéramos no cambiar la hora, tal y como se puede observar en el mapa interactivo superior, disfrutaríamos de más horas de luz vespertinas, mientras que amanecería más tarde. Así, en enero en La Coruña, por ejemplo, el sol no saldría hasta las 10:05 de la mañana.

Para elaborar el gráfico, la información ha sido tomada de la web del Instituto Geográfico Nacional . Como referencia, se ha tomado el día 10 de cada mes del 2018.

Tras el anuncio de la Comisión Europea, el Ejecutivo español ha creado una comisión de expertos para estudiar las consecuencias de la supresión del cambio de hora, además de si es más conveniente recuperar el huso horario de Europa Occidental , es decir, el que tienen Portugal o Reino Unido.

En concreto, el grupo, compuesto por trece personas, deberá evaluar de la forma más amplia posible las consecuencias de estas medidas. Para ello, estudiarán los costes que incidan en la eficiencia energética y económica de las distintas actividades productivas y realizarán una valoración del impacto en la salud de las personas y en la igualdad entre mujeres y hombres.

La medida de cambiar la hora responde a una directiva europea de obligado cumplimiento y con carácter indefinido , la 2000/84/CE, que entró en vigor en enero de 2001 y que fue aplicada al ordenamiento jurídico español en marzo de 2002.

La norma establece que durante el último fin de semana de marzo se adelanten los relojes una hora, mientras que en el último de fin de semana de octubre se deben retrasar.

No obstante, esta práctica ya comenzó a generalizarse años antes , en 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo. Por entonces, algunos países decidieron llevarla a cabo para ahorrar en electricidad.