Coronavirus
La llegada de Ómicron amenaza las navidades de la recuperación
Las empresas sopesan cancelar sus cenas por los contagios mientras los hosteleros y el ocio nocturno temen ser objeto de nuevas restricciones
Las cenas de Navidad que muchas empresas organizan cada año peligran. La evolución de la pandemia, con los contagios al alza desde hace semanas y la aparición de la variante Ómicron , han llevado a muchas compañías a plantearse si pueden cancelar la ... comida o cena de Navidad que ofrecen para sus trabajadores o, como otra opción, xigir que se sometan a pruebas PCR o test de antígenos para acudir. Estos últimos días, con las fiestas navideñas cada vez más cerca, las consultas sobre este tema están llegando casi a diario, explica Verónica Sierra, abogada laboralista del bufete Casadeley.
«Este tipo de comidas suelen ser multitudinarias y hay empresas que se preocupan por la obligación que tienen de velar por los derechos de los trabajadores y barajan la posibilidad de introducir protocolos sanitarios», explica. La preocupación , dice, viene por ser eventos que se celebran mayoritariamente en interiores y donde permanecer con la mascarilla es prácticamente imposible por la propia naturaleza de estas reuniones. «Se nota cierta inquietud» , afirma Sierra, que también lamenta que actualmente no haya una base legal para que las empresas puedan exigir un test de detección del Covid a los empleados que vayan a acudir a las cenas.
« Hemos tenido alguna consulta de empresas a las que asesoramos de forma habitual sobre si están obligadas a celebrar la comida de Navidad», expone por su parte Luis Jiménez-Arellano, abogado responsable del área de Derecho Laboral del bufete Mas y Calvet, que asegura que para tomar una decisión hay que revisar bien el convenio colectivo de la empresa , el contrato de cada trabajador y el derecho adquirido que pueden tener los trabajadores por haber disfrutado de esos eventos en años anteriores. Aun así, dice, si hay una causa justificada para suspenderla o aplazarla a un momento de menos riesgo, «se debe suspender».
Una alternativa que pueden tener las empresas, afirma Jiménez-Arellano, es sustituir esta comida o cena por un detalle con cada trabajador. «En este caso, será importante informar a los trabajadores en tal sentido y decirles que, debido al contexto actual de incremento de contagios y de la nueva variante, se ha decidido hacer esta sustitución de la comida de Navidad como medida excepcional», dice.
También en el despacho Sagarduy son conscientes de esta preocupación por parte de las empresas. Fuentes del bufete indican que las compañías están consultado «masivamente» durante estos días si deberían exigir el pasaporte Covi d o certificado de vacunación a los empleados para acudir a las cenas de Navidad que organizan. «La cuestión es más que dudosa y las empresas huyen de la conflictividad que genera esto para una ocasión no estrictamente profesional», indican.
En varias de estas consultas, afirman desde Sagarduy, se ha optado por suspender las cenas de empresa ya convocadas debido al incremento de contagios en España. Pero cuando no son las compañías las que las organizan, sino los propios trabajadores, la empresa se debe limitar a recomendaciones. «Así lo están haciendo, apelan a la responsabilidad para evitar concentraciones de personal de más de 10 o 12 personas», señalan.
Un 10% menos que en 2019
La inquietud se extiende también entre los hosteleros, pues aunque las cancelaciones que han recibido hasta el momento son mínimas, temen ser, de nuevo, «el centro de la diana». Así lo asegura a ABC José Luis Yzuel, presidente de la Confederación Empresarial de la Hostelería de España. «Estamos preocupados por la situación, por el runrún, porque siempre se nos focaliza». Con las reservas que tienen hasta la fecha, dice, calcula que facturarán alrededor del 10% menos que en 2019 , una buena cifra generada, en gran parte, por las ganas de salir tras la pandemia. «No solo cenas de empresa. Se ve mucho deseo de recuperar cenas de amigos, de gimnasio, de vecinos... etc. Creo que vamos a tener un muy buen fin de año».
El pasaporte Covid también se ve como una solución para el ocio nocturno. La Federación España de Noche reclama su implantación antes de Navidad
Aunque de momento no son la tónica general, cuando los casos de coronavirus comenzaron a subir llegaron las primeras anulaciones de reservas. «En el primer momento hubo alguna cancelación, pero esperemos que todo se regule», dice. El sector, asegura, está preparado para afrontar las fiestas cumpliendo con las medidas de seguridad que se siguen manteniendo. «Si al final hay un límite de comensales, una mesa de 24 personas la convertiremos en tres de ocho», señala.
La recuperación, apunta Yzuel, aún no está consolidada . La aparición de Ómicron, cree, va a reducir el número de turistas que visiten España, con las consecuencias que este hecho generará en la hostelería. Tampoco muchos de los bares y restaurantes que antes servían menús del día a empleados de oficinas han conseguido despegar de nuevo, al seguir el teletrabajo implantado en muchas empresas. «La nueva variante es una mala noticia, pero esperemos que no nos toque demasiado la moral y la economía», espeta, al tiempo que ve con buenos ojos pedir el pasaporte Covid para acceder a los establecimientos. «Entre estar limitados y pedir el certificado, bienvenido sea».
El pasaporte Covid también se ve como una solución para el ocio nocturno. La Federación España de Noche reclama su implantación antes de Navidad para garantizar la seguridad sanitaria en los espacios cerrados. Según los datos que manejan, el certificado, implantado en comunidades como Galicia, Navarra, Baleares, la Comunidad Valenciana o Cataluña, ya ha comenzado a dar sus primeros resultados. En esta última comunidad, el 80% de las pymes valora positivamente su puesta en marcha después de seis semanas de implantación y ha contribuido a reducir en un 60% los botellones, destacan desde España de Noche. «Cuando los bares y las discotecas están cerradas, la gente se concentra en macrobotellones y en domicilios particulares, donde no se respeta absolutamente nada, ninguna protección sanitaria frente al virus», argumenta Ramón Mas, presidente de la federación y propietario de una discoteca en Cataluña.
Aunque siguen aplicando medidas como la venta anticipada de entradas y la exigencia del certificado que demuestra la pauta completa de vacunación en determinados territorios, la planificación «era muy buena», cuenta Mas. Sin embargo, con las últimas noticias de la pandemia, sí que empiezan a notar «que se han trastocado un poco los planes», y aunque de momento lo perciben poco, comienzan a llegar las primeras cancelaciones.
En el ambiente sobrevuelan tamién propuestas como la última de la Comisión de Salud Pública, que recomendaba a las comunidades, según el nivel de alerta, el cierre del ocio nocturno a la 1.00 horas o incluso su clausura para incidencias altas y muy altas del virus. Los empresarios lo consideran una «equivocación total», sobre todo si las reducciones de aforo son drásticas . «Si reduces una sala al 30%, el 70% restante se reunirá en un espacio ilegal o en instalaciones privadas donde habrá mucha gente en muy poco espacio», apunta a ABC Joaquim Boadas, secretario general de ‘Spain Nightlife’, patronal del ocio nocturno.