Italia, asustada al superar el número de muertos en China: «Habrá más, hay demasiada gente en la calle»

La situación es desesperada en muchos hospitales del norte de Italia, sobre todo en la región de Lombardía, en el territorio considerado el principal campo de batalla en la guerra contra el coronavirus. Muchos alcaldes, comenzando por el de Bérgamo, Giorgio Gori , revelan: Las cifras oficiales que se dan están por debajo de las reales. En algunas zonas, la tasa de mortalidad es siete veces superior a la de hace un año. Muchos pacientes mueren antes de tener la posibilidad de ser salvados introduciéndoles en la unidad de cuidados intensivos. Nueve de cada diez fallecidos no ha pasado por la UCI, es decir, el 87 por 100 de los pacientes lombardos nunca tuvieron acceso a reanimación , según revelan hoy medios italianos. La situación dramática que se vive en los hospitales lombardos la confirma el director de Medicina del hospital Papa Giovanni XXIII, el doctor Stefano Fagiuoli, quien ayer hizo un dramático llamamiento mediante un video, dirigido también en inglés al extranjero: «Tenemos desesperada necesidad de médicos y enfermeros, además de aparatos de ventilación y dispositivos de protección individual».

Hoy el doctor ha destacado que en su hospital mueren más de diez pacientes al día en el hospital Papa Giovanni XXIII de Bérgamo (Lombardía), hoy foco de la epidemia del coronavirus en Italia. En los últimos 12-13 días han muerto 149 personas, afirma el doctor Faiuoli , En su opinión, «la situación en su policlínico es de altísima presión, es como una guerra que ningún sistema sanitario está en grado de soportar la concentración en el espacio y en el tiempo con el mismo problema». Y para confirmarlo aporta datos sobre el Papa Giovanni XXIII, un hospital que cuenta con 800 camas: «Tenemos más del 60 por 100 de camas de toda la estructura hospitalaria dedicado a pacientes con el coronavirus, más de 80 en terapia intensiva (su máxima capacidad)». Para frenar la imparable curva de contagiados, el doctor Stefano Fagiuoli, repite el llamamiento en el que insiste el gobierno y autoridades sanitarias: «El alto número de contagiados y fallecidos solo se pueden reducir con el aislamiento. Si estamos recluidos quiere decir que estamos vivos, y esto ya es un óptimo paso».

La situación desesperada que se vive en los hospitales la refleja el dramático testimonio de un médico del hospital de Treviglio (Bérgamo), municipio de 28.000 habitantes. Entre lágrimas de rabia y de impotencia, confesó anoche al canal de televisión LA7 que no sabe si podrá respetar el pacto que ha hecho con un paciente: «En la noche se ha presentado un hombre de 47 años con grave insuficiencia respiratoria que tuve que entubar y darle ventilación. Me ha dicho: ‘Mi suegro ya ha muerto, ahora me toca a mi, haga todo lo posible, doctor; ahora la partida está en sus manos; avise a mi familia’. Hice una promesa de mi parte: Un compromiso, un pacto con el paciente sin saber cuánto tiempo podría respetarlo. Y después tuve una comunicación telefónica con los familiares que no es habitual para alguien como yo un reanimador (de la UCI), una conversación que se concluye siempre con la frase habitual: Ánimo, nos oímos mañana», concluye el médico que apenas contiene la emoción y lágrimas.