La asignación a favor de la Iglesia supera por primera vez los 250 millones desde el inicio de la crisis

Durante la campaña de la Renta 2015 (ejercicio fiscal 2014), se presentaron 7.291.771 declaraciones con la X de la Iglesia, 23.174 más que en el ejercicio anterior . Teniendo en cuenta que muchas son conjuntas, en torno a nueve millones de personas asignaron parte de sus impuestos a la labor que realiza esta institución. «La Iglesia ha tenido un peso muy importante en momentos de crisis . La recesión económica ha puesto de manifiesto su labor en todos los niveles, asistencial, pastoral, de acompañamiento», explicó el vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Fernando Giménez Barriocanal, durante la presentación este miércoles de los resultados de la asignación tributaria de la Iglesia durante la campaña de la Renta del año pasado.

La Conferencia Episcopal considera que este leve incremento en las declaraciones presentadas y en la cantidad consignada «es positivo» pues viene «marcada por el inicio de la recuperación económica en España». En concreto, la recaudación se incrementó en 2,7 millones de euros con respecto al ejercicio anterior. En 14 de las 17 comunidades se logró aumentar el importe asignado, siendo Madrid, Andalucía, Cataluña y Valencia las que más fondos han aportado.

Entre las comunidades en las que más se marca la casilla de la Iglesia se encuentran Castilla-La Mancha, Murcia, Extremadura y la Rioja, superando todas ellas el 46%. Por encima del 50% de asignación se ubican cuatro provincias: Ciudad Real (55,37%), Cuenca (51,14%), Jaén (50,62) y Badajoz (50,10%).

Según Giménez Barriocanal, la X de la Iglesia refleja la confianza de los españoles en esta institución, pues alrededor del 34,76% de las declaraciones llevan la X en favor de esta institución. «¿Cuántas instituciones reciben una adhesión de esta naturaleza?», aseguró el gerente de la CEE, quien defendió el actual modelo de financiación de la Iglesia a través de la asignación tributaria como «el más democrático», ya que son los propios contribuyentes los que deciden el destino de parte de sus impuestos.

«La Iglesia solo recibe lo que deciden los contribuyentes. No hay partida presupuestaria para la Iglesia en la Ley de presupuestos. Si los contribuyentes no marcaran ni una sola X la Iglesia no recibiría ni un céntimo» , explicó Giménez Barriocanal.