Cinco meses fugado de un centro tutelado en Mallorca: «La educadora me ha dicho que si no quiero volver, que no vuelva»

Un menor de 15 años de El Temple denuncia irregularidades en el IMAS y manipulaciones: «Me decían que mi padre estaba muerto y era mentira»

En la imagen, la fachada del centro de menores El Temple ALBERTO VERA

«Estos últimos meses fueron los mejores de mi vida». A sus 15 años, Manuel –nombre ficticio- reconoce que nunca antes fue feliz . Se fugó del centro de menores El Temple de Palma a principios de verano y desde entonces está viviendo con ... su padre biológico en paradero desconocido. Dice que todo cambió hace unos meses cuando conoció a un primo en el fútbol y éste le dijo que eran familia. «Se rio cuando le dije que no tenía padre ; me dijo que mi padre estaba vivo y que había luchado durante 14 años para verme y recuperarme». Ese día Manuel cogió sus pocas pertenencias y se escapó a los brazos de su progenitor.

Este niño tutelado denuncia a ABC presuntas irregularidades dentro del IMAS, la institución que gestiona la tutela de los niños apartados de sus familias en Mallorca. Habla de contenciones, de medicación sin autorización facultativa, de manipulaciones para ponerlo en contra de su padre biológico y de la dejadez de tutores que hacen la vista gorda.

«No quiero regresar allí. Si me vuelven a llevar, me volveré a escapar», advierte el chico, que aporta el audio de una monitora en el que ésta le asegura que si no quiere volver, no le buscarán. «Nosotros no podemos estar diciéndote cada día lo que tienes y lo que debes hacer porque tú te has fugado y no es una fuga supervisada, es decir, te has fugado y se acabó. Tú has dicho que lo sabes hacer y que no te molestemos más, no te vamos a molestar más. Mañana vas, hablas con quien tengas que hablar y se acabó, ¿vale?», le dice la educadora a Manuel en un mensaje de voz al que ha tenido acceso este diario.

Manuel pide que no se revele el lugar donde se esconde por temor a que lo devuelvan a El Temple, el centro de menores donde vive tutelado por el IMAS desde hace años. «Estaba harto de maltratos, de que no le importara a nadie. Me comían la cabeza con mentiras y los educadores me decían que mi padre estaba muerto. Tuve que fugarme para sentir cariño. Para estar con mi padre. Yo necesito estar con mi padre», clama abrazado a Paco –nombre ficticio-, quien luchó en vano durante más de una década para recuperar al niño.

Paco cuenta que le quitaron la tutela de éste y otros cuatro hijos por falta de recursos económicos cuando llegó la crisis de 2008. «Los entregué voluntariamente pensando que cuando saliera del apuro económico me los devolverían pero han hecho todo lo posible por apartarme de ellos», asegura denegándole las visitas. «Hasta me llegaron a recriminar por qué tenía tantos hijos si no podía mantenerlos», rememora dolido.

Paco es un hombre demacrado y abatido, con tratamiento psicológico desde hace siete años por toda esta situación. Denuncia que el IMAS practica una violencia institucional sobre los padres. «Te ponen un plan de trabajo y luego otro y otro pero hagas lo que hagas nunca recuperas a los niños. Llega un momento en que no sabes qué más hacer para que te den una oportunidad», lamenta. Habla con temor de una funcionaria –dice el número identificativo-, a la que acusa de abuso de poder: «Me atendía recostada sobre su butaca sonriendo porque disfrutaba de verme implorarle ayuda».

Mientras Paco luchaba por no perder a sus hijos, Manuel iba de centro en centro. Él y su hermana pequeña estuvieron juntos con una familia de acogida cuatro años, después lo trasladaron a un centro, y lo separaron de ella, que se quedó -cree- con ese matrimonio. «Luego pedí visitas para verla pero no me las dieron», lamenta el niño.

Padre e hijo denuncian el «descontrol» dentro del IMAS, dependiente de la socialista Catalina Cladera , que sigue negándose a investigar el mayor escándalo social de Baleares pese al goteo de denuncias de abusos sexuales a menores y de las continuas fugas. La violación grupal a una niña tutelada de 13 años en un barrio de Palma la Nochebuena de 2019 destapó la corrupción de menores que policías, monitores y padres llevaban tiempo advirtiendo ante la pasividad de la institución insular.

Manuel dice que nunca fue abusado sexualmente pero afirma que le torturaban con castigos que consistían en «no moverse de pie en un azulejo durante horas» o le ponían una inyección cuando se ponía «nervioso». «Me gustaría que la gente viera lo que pasa dentro de esas cuatro paredes y lo desprotegidos que estamos. Todos allí dentro tienen un papel, vienen a trabajar y nada más. Se la sudamos...».

Vagando

La asociación Ardip lleva años alertando de una presunta mala praxis dentro de la institución y reclamando en vano una auditoría. «Además de la dejadez de esta monitora, a la que le importa un bledo dónde esté el niño y que no vuelva al centro de acogida, se suma el negocio del IMAS, que sigue cobrando mensualmente por acoger en centros tutelados a estos niños», sostiene su presidente Antonio Estela , quien ha solicitado que la institución insular rinda cuentas cuando los menores se escapan de los centros sin control. «Es injusto que el IMAS no responda ante las fugas y los casos de explotación sexual de decenas de niñas. El sistema prefiere que estas niñas estén vagando por las calles, drogándose, delinquiendo o prostituyéndose sin control del IMAS, a que estén con sus padres, a veces simplemente porque esa familia está pasando una mala racha económica. Muchas veces, estos niños buscan a sus padres y vuelven a sus casas, pero es injusto que los padres sean tratados como secuestradores de sus propios hijos», alerta este activista, que denuncia la pasividad tanto del Consell como del Govern balear de la socialista Francina Armengol ante las presuntas irregularidades dentro del IMAS.

El Consell de Mallorca –gobernado por PSOE, Unidas Podemos y los nacionalistas de Més per Mallorca- dio carpetazo al asunto de la corrupción de menores tuteladas con un informe político que trasladó la responsabilidad a la sociedad. No ha habido ninguna dimisión política. De hecho, la semana pasada, la presidenta insular, Catalina Cladera, anunció una remodelación de su gobierno que incluía la promoción de dos de los cargos más polémicos en lo que va de legislatura. Por un lado, el exconseller de Derechos Sociales y presidente del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), Javier de Juan, ha pasado a ocupar el cargo de conseller de Presidencia pese a que lleva dos años en el ojo del huracán por la sucesión de casos de violaciones a menores tuteladas por la institución que preside. Lo sustituye la hasta ahora directora general de Atención Sociosanitaria, Sofía Alonso , investigada por la Oficina Anticorrupción por haberse vacunado junto con otros altos cargos el primer día en que empezaron a suministrarse las vacunas contra la Covid-19 en Baleares.

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