La cepa más contagiosa obliga a adaptar la estrategia de vacunación

«Es sentido común y un tema de disponibilidad de vacunas», opina Federico Arribas, secretario de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE). «Lo que interesa es cerrar esa cohorte de 60 a 69 años y luego ya se está inmunizando con las vacunas que lleguen de los 12 años a los 45», opina. Precisamente para lograr cerrar la inmunización del grupo de sexagenarios, cada vez más comunidades están adelantando los plazos. La pauta recomendada por Sanidad era de 12 semanas para AstraZeneca, que se podían adelantar a 10, un plazo en el que ya se mueven Madrid, Andalucía o Galicia. Este viernes Castilla y León, que ya había acelerado el segundo pinchazo, anunció que lo movería aún más, hasta las ocho semanas, al igual que ha decidido hacer Cataluña.

También Portugal ha cambiado sobre la marcha sus planes de reconfinamiento y de vacunación a medida que se ha ido imponiendo la variante Delta. Cuatro millones de portugueses de Lisboa, Oporto, Braga, Faro, Setúbal, Cascais o Sintra están de nuevo sometidos al toque de queda desde las 23.00 horas y en cuanto a la vacunación, se adelanta el proceso para los mayores de 35 años, aunque problemas técnicos con la plataforma de autocita ha retrasado hasta «mediados de julio» su puesta en marcha, según las autoridades sanitarias, informa Francisco Chacón.

Mientras, la comisión de vacunas de Alemania (Stiko) ha recomendado inyectar una segunda dosis de cualquier vacuna basada en la tecnología de ARN mensajero tras una primera dosis de AstraZeneca. «La respuesta inmunitaria (...) es claramente superior», valoró. «Yo soy partidario de lo que diga la Agencia Europea del Medicamento, mejor que cualquier gobierno», opina Arribas sobre la recomendación. Otra cosa será lo que ocurra con las dosis de refuerzo, «pero aún no hay experiencia como para saberlo», dice.