A la caza del coronavirus oculto

El gobierno catalán empezó la semana pasada a realizar cribados masivos en tres localidades del Vallés Occidental (Sabadell, Tarrasa y Ripollet). Una estrategia con la que se espera llegar a unos 7.000 test y otras 2.000 pruebas puerta a puerta y que, a partir de hoy, se extenderá también a otros dos municipios: Santa Coloma de Gramanet y Vilafranca del Penedés. El objetivo, una vez más, es cortar la cadena de transmisión del coronavirus y mantener la trazabilidad de los contagios a las puertas de la ciudad de Barcelona.

«Tenemos la voluntad de cortar la cadena de transmisión que existe en estas zonas , de los datos que nos aporten estas pruebas PCR intentaremos hacer de nuevo un estudio de geolocalización para ver si podemos encontrar los puntos que han sido foco de transmisión», como explicó el primer día de pruebas en Ripollet la directora de Atención Primaria de la Región Sanitaria Metropolitana Norte, Núria Prat. Otra de las prioridades del departamento catalán de Salud es que el corona virus esté bajo control para cuando arranque previsiblemente el próximo curso escolar , dentro de poco más de un mes.

Es importante el control de los asintomáticos porque poseen la misma capacidad de infectar que los pacientes con fiebre, tos o cualquiera de los síntomas conocidos del Covid-19 .

En Vilafranca del Penedès, las pruebas se realizarán a personas de 19 a 40 años que en los últimos días hayan tenido contactos sociales sin respetar la distancia, sin mascarilla, que hayan estado en espacios cerrados durante mucho rato o en reuniones de amigos o aglomeraciones, mientras que en SantaColoma los test de coronavirus se centrarán en residentes en los barrios.

El objetivo de todas las medidas es ajustar la estrategia de lucha contra la pandemia después de una semana en la que el número de contagios por coronavirus prácticamente no ha bajado del millar de casos diarios. De hecho, Cataluña sigue siendo la comunidad que más positivos notifica e informó ayer de 1.091 nuevos casos confirmados y siete fallecidos más.

En total, el número de casos confirmados desde el inicio de la pandemia de coronavirus se eleva a 106.657, mientras que la región suma ya 12.822 personas. Según la Generalitat, anteayer había 564 pacientes ingresados, 20 más que el día anterior , y se contabilizan dos personas más en las unidades de cuidados intensivos (UCI), al pasar de 108 a 110.

Los niños y jóvenes de entre 10 y 29 años representan ya más de la cuarta parte, el 26 % en concreto, de todos los casos de personas infectadas en Cataluña, cuando en la primera ola de la pandemia esta franja de edad representaba sólo el 6 %. Con todo, tanto el riesgo de rebrote como la velocidad de propagación del virus se han visto reducidos en las últimas horas, según datos del Ejecutivo catalán.

Cataluña ha decidido una estrategia agresiva, pero no es la única que asiste a una segunda oleada. Aragón sumó 633 nuevos casos de Covid-19 en las últimas 24 horas , de los que 567 se corresponden con la provincia de Zaragoza, la mayoría en la capital.

De Madrid no hay datos porque durante el fin de semana la comunidad no hace balance de sus cifras . Pero la región llevaba un crecimiento sostenido que también preocupa al Ministerio de Sanidad . Hoy se conocerá el crecimiento cuando se hagan públicos los datos de la Comunidad.

Además de Madrid preocupan otros núcleos urbanos . Es el caso de Castilla y León. Ayer el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, mostró su inquietud por la situación epidemiológica de las áreas urbanas de Burgos, Valladolid y Salamanca.

Desde hoy, la Junta de Castilla y León emprenderá una «intensa campaña de vigilancia, control e inspección» en cerca de 12.000 centros de trabajo y locales de ocio para comprobar el cumplimiento de las medidas de seguridad.