Javier Castroviejo: «El dragado del Guadalquivir sería la puntilla de muerte para Doñana»

El tráfico de barcos de más tonelaje y a más velocidad agravaría la erosión que ya sufre la orilla del Parque Nacional, causaría «daños irreparables» para el medio natural y humano en el Bajo Guadalquivir y Doñana, incluidos sus arrozales, «y haría inviable la agricultura ecológica y un desarrollo integrado en la zona ».

«No se concibe Doñana sin sus marismas, los ecosistemas más alterados y degradados de Doñana y su entorno, que ya han sufrido pérdidas incalculables por una sobreexplotación hidrológica y están amenazadas por futuras plantas termosolares y balsas; la situación del río es hoy tal que ha desaparecido el esturión, casi lo han hecho la angula y otras especies de peces antes comunes», ha añadido.

Por ello, ha calificado de «inadmisible» el dragado y ha abogado por que las administraciones acaten los dictámenes científicos y técnicos contrarios al proyecto: «El dragado no se podría hacer si se tuviera, de verdad, en cuenta la normativa europea , la nacional y los convenios internacionales de Ramsar y Patrimonio Mundial de la UNESCO firmados por España».

Se da la circunstancia, según el experto, de que tanto el Patronato del Parque Nacional como el comité de Doñana 2005 rechazaron en su día este dragado