Cáritas denuncia las «serias trabas de acceso» al ingreso mínimo vital tras un año en vigor

Esta institución de la Iglesia explica que hasta febrero de este año ha acompañado 258.000 familias que viven en hogares sin ningún ingreso económico, mientras que otras 825.000 se encuentran en situación de pobreza extrema. Pese a esta situación, el 48 por ciento de estas familias no han recibido suficiente información sobre cómo tramitar el IMV y solo el 16% ha conseguido acceder a esta ayuda. Para Cáritas esta realidad demuestra que el sistema de garantía de ingresos «brinda poca protección».

Por ello, la institución ha enviado a todos los grupos parlamentarios y a los Ministerios implicados una serie de propuestas al Real Decreto Ley 20/2020, cuyo periodo de enmiendas se cerrará los próximos días en el Congreso de los Diputados.

Entre esas mejoras, Cáritas Española subraya la de incorporar a los jóvenes entre 18 y 22 años y las personas en situación administrativas irregular o familias con algún miembro en esta situación, además de reducir la extensión de las unidades de convivencia a la familia nuclear.

En relación a las condiciones de acceso, pide que se simplifique la tramitación y que facilite que las personas puedan hacer el trámite de manera presencial. Además considera urgente suprimir las inadmisiones a trámite, reducir los tiempos de respuesta a 3 meses, ya que «al tratarse de una prestación de urgencia por carecer de ingresos, la celeridad en los plazos es esencial», denuncia Cáritas.

Además señala que la situación de vulnerabilidad económica que genera la justificación de acceder al IMV debe ser la del «momento actual» y no la del año anterior. Por ello, Cáritas pide que las excepciones contempladas para los años 2020 y 2021 «deben ser la norma general».

Cáritas Española recuerda también que el IMV es «claramente insuficiente en su cuantía» y está pensando como un sistema formado por el IMV como suelo mínimo y complementado por las rentas mínimas de las Comunidades Autónomas. Por ello, considera «imprescindible» que las CC. AA. mantengan sus rentas mínimas, haciéndolas complementarias con el IMV.

«Este suelo mínimo hacía falta. Es verdad que se hizo muy rápido en medio una situación de pandemia en la que había mucha urgencia, mucha necesidad, pero requiere determinadas modificaciones», aseguró a este periódico la directora de Incidencia Política de Cáritas Española, Ana Abril.

Para Abril, el Real Decreto Ley ha sufrido cinco reformas de las cuales algunas «no han sido positivas», como la incorporación de la inadmisión a trámite y la prolongación de tres a seis meses del silencio administrativo, lo que «dificulta enormemente» el acceso de las personas al IMV . «Es una buena noticia que tengamos esta ley estatal pero hay que facilitar el acceso, reducir los impedimentos que dificultan que las personas puedan acceder a esta ayuda y hay que introducir modificaciones para que el IMV llegue a más familias y llegue con una mayor cuantía», afirmó.