El cardenal y arzobispo de Lyon Philippe Barbarin, absuelto de la condena por ocultar abusos

Según Jean-Felix Luciani, uno de sus abogados, «la injusticia ha sido reparada. El cardenal Barbarin es inocente ». Los abusos cometidos por el entonces sacerdote Bernard Preynat tuvieron lugar entre 1985 y 1990, por lo que civilmente habían ya prescrito cuando Philippe Barbarin se hizo cargo de la diócesis en 2002.

Al tener noticia de ellos mucho más tarde -en 2014 por informaciones de una de las víctimas, Alexandre Hezez, que en ese momento era ya mayor de edad- Barbarin inició trámites que llevaron a la Congregación de la Doctrina de la Fe a levantar la prescripción eclesiástica, juzgar internamente a Preynat, y expulsarle del sacerdocio en julio de 2019 .

Paralelamente, un grupo de víctimas más recientes de Preynat lograron llevarle a proceso por abuso sexual de diez de ellos. El caso esta visto para sentencia, que será emitida el próximo 16 de marzo y puede llegar a diez años de prisión.

La condena del cardenal Barbarin por el Tribunal de Lyon el pasado mes de marzo no conllevaba el ingreso en la cárcel, pero fue suficiente para que, aún insistiendo en declararse inocente y anunciando su inmediato recurso a un tribunal superior, Barbarin presentase su renuncia al Papa.

El Santo Padre -en virtud del principio de presunción de inocencia- no se la aceptó, pero le dejó en libertad de actuar del modo que le pareciese más conveniente para los fieles de Lyon y para él.

En consecuencia, Barbarin anunció el 18 de marzo su decisión de «retirarme por algún tiempo , y dejar el gobierno de la diócesis en manos del vicario general, Yves Baumgarten, a partir de hoy».

La absolución del cardenal había sido pedida al tribunal de apelación de Lyon incluso por la fiscalía, al considerar que Barbarin no tenía obligación civil ni penal de informar de abusos tan antiguos si no los habían denunciado las víctimas.

La sentencia de absolución de Philippe Barbarin restablece su buen nombre civil pero es probable que no traiga la paz a la archidiócesis primada pues mucha gente considera que debería haber actuado con mayor contundencia.

Desde hace tres años, el cardenal venía pidiendo discretamente su relevo no solo por la controversia creada sino también por motivos de cansancio y de salud.

En varias ocasiones se ha disculpado en público por no haber sido más enérgico en el plano pastoral. Pero, al mismo tiempo, insistía siempre en haber actuado correctamente en el plano civil. El Tribunal de apelación acaba de confirmarlo.