Cambia la estrategia británica de vacunación: dilatan a 12 semanas la segunda dosis para ampliar la primera

Lo peor es que, según los expertos, lo peor está por venir, ya que la cantidad de pacientes en los ya abarrotados centros médicos es «leve» en comparación con lo que se avecina la próxima semana. Así lo cree, entre otros, el presidente del Real Colegio de Médicos, el profesor Andrew Goddard , quien advirtió que el personal sanitario está «realmente preocupado» por lo dura que será la batalla contra el virus en los próximos meses. En la misma línea se manifestó el presidente del Real Colegio de Cirujanos de Inglaterra, Neil Mortensen , quien le dijo a «The Times» que los problemas que están sufriendo los centros de salud son «como ver un accidente de coche en cámara lenta».

«Al mismo tiempo que la gente regresaba al trabajo, a los restaurantes y a las tiendas, la nueva variante más contagiosa se apoderó de manera insidiosa del sur y este de Inglaterra», explicó, y añadió que «los hospitales comenzaron a ver los efectos a mediados de diciembre, y en muchas partes del país, ahora, las operaciones programadas para reemplazos de cadera o rodilla, u operaciones de oído, nariz y garganta, han tenido que cancelarse».

Según Mortensen, esto supone que «miles de personas» que llevan ya meses esperando por su operación, están condenadas a «sufrir dolor o permanecer inmóviles» mucho más tiempo. La situación podría dilatarse durante muchos meses, ya que el número de pacientes ingresados por Covid-19 aumenta cada día y la lista de espera por otras dolencias sigue también subiendo. Las únicos tratamientos que comparten prioridad con la atención de los enfermos por el virus son los que se le dan a los pacientes con cáncer y a las emergencias.

Debido a la situación desesperada, el gobierno ha reactivado el Hospital Nightingale , que se puso en marcha durante la primera ola de la pandemia, pero el vicepresidente del Real Colegio de Medicina de Emergencias, Adrian Boyle , señaló que el hospital de campaña es «inútil» si no hay personal para atenderlo. «Se necesita personal para administrarlo», zanjó, y desgraciadamente no hay suficientes trabajadores sanitarios, no solo porque ya eran pocos, sino porque, como han denunciado varias asociaciones de enfermería, «gran cantidad de personal se siente simplemente agotado. Han estado trabajando bajo una gran cantidad de estrés, «de forma crónica durante la mayor parte del año», según explicó Stuart Tuckwood, enfermero de cuidados intensivos que forma parte de Unison, el sindicato más grande del país, y añadió: «No han tenido mucho tiempo libre, muchos están enfermos, lo que supone aún más presión sobre sus colegas que están trabajando». La saturación es tal que, según la prensa local, ya hay pacientes pacientes de Covid-19 que están siendo atendidos en ambulancias porque no hay camas disponibles.

En medio de esta situación, ya en Reino Unido han sido vacunadas más de un millón de personas, pero en una nueva vuelta de tuerca de la película de terror en la que se ha convertido la pandemia, el gobierno cambió el paso con la estrategia de vacunación. Así, en lugar de ponerle la segunda dosis a la gente a la que ya le tocaba después de tres semanas de haber recibido la primera, tal y como recomienda la farmacéutica, lo van a dilatar a 12 semanas para poderlo administrar la primera dosis a más personas.

La medida ha sido defendida por los asesores médicos del gobierno, pero los científicos dicen que esto va interferir en su eficacia y Pfizer asegura que solo ha sido demostrado que funcione con los 21 de días de diferencia entre ambas. La Asociación Médica Británica denunció que cancelar la cita de los pacientes a los que les correspondía su segunda dosis es «tremendamente injusto».