Una de cada tres españolas reconoce que a veces es necesario «fingir»

Así se desprende del «Informe sobre hábitos de salud sexual entre la población española», elaborado por Pfizer, que ha entevistado a más de 3.000 hombres y mujeres de nuestro país de entre 25 y 70 años.

Para el doctor Vicent Bataller, sexólogo y doctor en Medicina y Cirugía, la comunicación entre la pareja es un aspecto fundamental para mejorar la vida sexual. «Las vivencias y la educación son fundamentales para un cambio de actitud más placentero y positivo en la sexualidad. Las mujeres que fingen un orgasmo se engañan ellas mismas y a su pareja y deberían consultar a un especialista», asegura el doctor Bataller.

Más de la mitad de los españoles considera que el sexo es algo prioritario, pero gran parte no se atreve a hablar de este tema ni siquiera con su círculo más cercano. Son las mujeres las que se muestran más dispuestas a comentar con sus amigas sus experiencias (20 por ciento) y son más sinceras en sus confesiones que los hombres.

En general, en España están satisfechos con sus relaciones sexuales, más las mujeres (63 por ciento) que los hombres (59 por ciento), aunque la gran mayoría le dedica al sexo una media de dos horas a la semana y reconoce que podría mejorar. La falta de deseo sexual, la disfunción eréctil y la rutina son los tres factores a los que más temen los españoles. En concreto, entre los que confesaron haber padecido algún problema el último año, la falta de interés por el sexo se sitúa en primer lugar (52 por ciento), sobre todo en el caso de las mujeres (58 por ciento); seguido de la disfunción eréctil (30 por ciento), y la rutina, que aparece en uno de cada cuatro encuestados.

Pero si analizamos el gado de satisfacción por comunidades autónomas, los cántabros y extremeños son los que se muestran más contentos con su vida sexual, seguidos de los navarros y riojanos (aunque estos dos últimos son los que menos hablan de sexo con sus amigos). Por el contrario, los peores datos se registran en Cataluña, Madrid y Andalucía, donde poco más de la mitad se muestra bastante o muy conforme con sus relaciones.