La burocracia deja a familias de media España sin ver a sus abuelos

«Las familias están enloquecidas, quieren ver a sus abuelos y padres, pero no pueden, ya que en muchas comunidades no han entrado en vigor las instrucciones», lamenta Ignacio Fernández Cid, presidente de la Federación Empresarial de Dependencia.

Estos centros, lo más golpeados por la pandemia junto con los hospitales, cerraron en su día a cal y canto para evitar cualquier contacto con el exterior. En las peores épocas, de hecho, allí solo se presentaban los militares y bomberos para llevarse cadáveres a las morgues. «Encontramos abuelos en zonas comunes comiendo junto a cadáveres en las mesas de al lado; cuerpos en bañeras, fue terrible», recuerda un bombero a ABC.

Pasada la pesadilla, los encuentros se hacen desear. Cantabria no publicó hasta ayer las instrucciones para las visitas. Estas establecen que ingrese un familiar por residente (a ser posible siempre la misma persona), por un tiempo limitado y evitando el contacto físico, algo que Rubén Otero, presidente de la FED de Cantabria, ve muy difícil. «Lo digo como familiar de una persona mayor en una residencia: ¿Cómo haces para evitar que un hijo se eche en los brazos de su padre o de su madre después de estos dos meses y medio?», plantea Otero, quien también se preocupa por el material de protección. «No les vale la mascarilla que traen de la calle, tienen que ponerse una nueva», suspira. Lamenta que haya que poner en marcha tantas cosas en tan poco tiempo. «Ahora tengo que hacer el plan de desconfinamiento de los residentes, habilitar salidas a los exteriores, a los comedores... Todo eso hay que protocolizarlo, son muchas cosas que hay que hacer de golpe», lamenta, mientras se queja de la lentitud del Ministerio de Sanidad -aunque no de las autoridades locales, con las que ha tenido siempre un diálogo fluido.

Canarias, que lleva la delantera al resto de España (todas sus islas están en fase 2, y estrenó la 1 antes que el resto del territorio, junto a Formentera, en Baleares), tampoco abrió sus residencias. El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, dijo el pasado domingo que «habrá que esperar aún» para las visitas, informa Efe.

Por su parte, la Junta de Andalucía está trabajando en un protocolo específico para regular las visitas, pero tampoco hay fecha. Otro problema es la reapertura de los centros de día de mayores. El consejero de Salud, Jesús Aguirre, no ha dado una fecha concreta de reapertura, y el problema es que muchas familias están ya regresando a sus puestos de trabajo y no pueden atender a los mayores, por lo que se encuentran con dificultades para conciliar, informa J. J. Borrero.

Otra comunidad autónoma en fase 2 que no permitirá que los abuelos reciban visitas es Castilla-La Mancha. La decisión a este respecto se valorará en los próximos días sobre la base de la evolución de sus contagios, informa Antonio González Jerez.

El análisis de cada residencia es la estrategia que también asumió Galicia, que sí abrió sus puertas desde ayer, aunque con condiciones: que no se hayan registrado casos de Covid-19 en los últimos 15 días y que en el municipio donde se sitúa el centro se registren cada día tres o menos casos nuevos por cada 100.000 habitantes. A partir de ahí, el protocolo se articula en tres fases (imitando el modelo que rige en el país), y Feijóo reveló que 388 residencias, casi el 83% del total, ya se encuentran en disposición de acceder a la primera. En esta primera fase se permite una visita por semana y siempre con cita previa, informa Pablo Pazos.