Brasil retira su candidatura para ser sede de la cumbre del clima de 2025

«Hubo participación mía en esa decisión», declaró orgulloso el presidente que asume la presidencia de Brasil a partir del primero de enero. Según la cancillería de Michel Temer, el motivo de la desistencia era económico, por restricciones presupuestales , pero Bolsonaro confirmó que le dio ese encargo a su futuro ministro de relaciones exteriores, Ernesto Araújo, que también es contra la reunión e incluso la ONU.

«Incluso les pido a ustedes, periodistas, que nos ayuden, está en juego la Triple A . Ese acuerdo, que es una gran franja, que junta los Andes, Amazonia, Atlántico, de 136 millones de hectáreas, a lo largo de la cuenca de los ríos Solimoes y Amazonas, podrá hacer que perdamos soberanía en esa área. Si ese es el contrapunto, tendremos una posición contraria a muchos, pero que estará de acuerdo con el pensamiento nacional », explicó el excapitán del Ejército, recién electo para un mandato de cuatro años.

La propuesta citada por Bolsonaro, sin embargo, no es parte de los compromisos de la COP ni del Acuerdo de París, sino una idea del expresidente colombiano Juan Manuel Santos, levantada en el 2015 .

Organizaciones ambientalistas brasileñas e intelectuales, ven la desistencia de Brasil como un retroceso dentro de un proyecto para liderar las negociaciones por el medio ambiente, con el apoyo de la cancillería, desde el lanzamiento de la ECO 92, en Río de Janeiro.

«El país que más preserva en el mundo somos nosotros, pero no puede haber una política ambiental que perjudique el desarrollo de Brasil. Queremos una política ambiental de verdad . Todos queremos preservar el medio ambiente, pero no de esa manera. Hoy, en la economía, casi todo lo que está funcionando es apenas la agroindustria y ellos están asfixiados por temas ambientales», explicó el futuro presidente defendiendo su punto de vista.

Las ideas de Bolsonaro sobre el tema ambiental no son una sorpresa, pues durante su campaña ya había advertido que el país saldría del Acuerdo de París, siguiendo el camino abierto por el presidente norteamericano, Donald Trump.

«Es una muestra de la negligencia que el próximo gobierno tendrá con la agenda multilateral del medio ambiente. Lamentablemente, después de décadas de protagonismo , retrocederemos», criticó la ambientalista y excandidata a la presidencia, Marina Silva, una de las principales voces brasileñas en el tema.

El tema preocupa internacionalmente, porque Brasil viene perdiendo terreno amazónico a cada año, fruto, justamente, del avance de la agricultura, de la ganadería, de la tala ilegal , e incluso del narcotráfico, que se esconde bajo la selva. La semana pasada, Brasil registró su peor índice en una década, con el aumento de casi un 14% en la deforestación entre agosto y julio de este año, un área de 7.900 kilómetros cuadrados, casi equivalente al tamaño de Madrid

«La participación de Brasil es vital para el cumplimiento de las metas globales , ya que en la actualidad nuestro país es el séptimo mayor emisor de gases de invernadero y el Amazonas tiene un papel clave en la regulación del clima global», afirmó en una nota la oficina brasileña del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), en Brasilia.

Bolsonaro, que retrocedió en su proyecto de unir los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente, tras críticas a su decisión, ha encontrado dificultad para nombrar un ministro para ese área, en función de sus ideas e intereses . Empresarios del propio sector agrícola y ganadero, han mostrado preocupación con el rumbo de la imagen del país en la política ambiental y multilateral que puede reflejarse en pérdidas de negocios con países y empresas que tienen exigencias sostenibles.