«Podría salir mal», vaticinó agorero el líder del Gobierno británico en una sesión de preguntas y respuestas con niños en Downing Street. «Es posible que no logremos los acuerdos que necesitamos», añadió. «Es muy, muy difícil, pero creo que podremos llegar».
Tras la inauguración de la COP26, el 31 de octubre en Glasgow, el gobierno británico dirigirá dos semanas de discusiones para intentar persuadir a unos 200 países de hacer aún más para reducir sus emisiones (de gases de efecto invernadero), con el objetivo de lograr contener al calentamiento global por debajo de 1,5°C respecto a la era preindustrial, umbral muy ambicioso fijado en 2015 en los acuerdos de París (COP21).
El presidente de la COP26, el británico Alok Sharma , consideró el pasado 23 de octubre sábado que sería «más difícil» alcanzar un acuerdo en Glasgow que el que ocurrió en París. Esta COP representa «tal vez, la cumbre más importante de toda nuestra vida en este país», subrayó, por su parte, Boris Johnson.
Un acuerdo necesitará que los dirigentes «hagan sacrificios -prosiguió el mandatario-; todos tendrán que aceptar hacer algunas cosas difíciles, ya sea dejar de utilizar centrales eléctricas alimentadas a carbón o donar dinero para ayudar a los países en desarrollo, o comenzar a utilizar vehículos eléctricos», añadió.
Se espera la asistencia de más de 120 dirigentes mundiales a la mayor cumbre climática desde la de París en 2015, en la cual los presidentes chino , Xi Jinping, y ruso, Vladimir Putin , ya han anunciado que no participarán.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete