Blázquez: «No se puede separar el género del sexo»

«Los niños no deben ser funcionalizados con la ideología género. No deben introducirse elementos perturbadores en su educación», afirmó el arzobispo de Valladolid, durante su segunda comparecencia ante los medios tras ser reelegido esta semana presidente de la CEE.

Con un tono amable, el cardenal recordó que tal como explica la Exhortación Apostólica «La alegría del amor» del Papa Francisco «no se puede separar el género del sexo», aunque a renglón seguido recordó que «todos tenemos la misma dignidad».

Según el arzobispo de Valladolid, el autobús de Hazte Oír es «una reacción a otra actuación» . Aunque no lo precisó, el cardenal se refería a las recientes leyes contra la LGTBIfobia aprobadas por diez comunidades autónomas y que algunas entidades del ámbito educativo y social consideran que «imponen la ideología de género» en las aulas.

Organizaciones como Hazte Oír, la Federación Europea «One of Us», la Federación Española de Asociaciones Provida o la Federación de Familias Numerosas de Madrid consideran que todas las leyes autonómicas contra la LGTBIfobia aprobadas hasta el momento «atentan de forma clara contra la libertad de educación de los padres» , ya que «obligan a todos los colegios a impartir las doctrinas del lobby LGTBI, aún en contra de la voluntad de los padres», advierten.

También están en contra de que estas leyes exigan a los colegios públicos, concertados y privados «una formación que promueva la aproximación hacia los distintos modelos de familia y explique la realidad de las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género».

Durante su comparecencia, el cardenal también se manifestó contrario al «anticlericalismo trasnochado» de algunos partidos políticos como Podemos que pretenden eliminar la retransmisión de la misa de la televisión pública. «Es bueno que el clericalismo quede trasnochado. Tenemos que hacer un esfuerzo de convivencia respetuoso. Lo pasado tiene que pasar. No es bueno hurgar en heridas que ya están cicatrizadas porque si removemos en ellas sigue sangrando la herida y eso no es bueno», aseguró.

Según explicó, «el diálogo» es la mejor herramienta para mejorar la convivencia y en algunas ocasiones además es «insustituible». «No podemos gritarnos, tenemos que encontarnos. Los reproches y las descalificaciones no son razones», aseguró el arzobispo de Valladolid.