El precio de mostrar el cuerpo femenino

Estados Unidos, mejor un «burkini» que un topless

En EE.UU, un « burkini » está mejor visto que un «topless». La libertad de confesión es uno de los cimientos de su sistema democrático y cualquier intento de prohibir un «burkini», aunque sea muy raros verlos en las playas o piscinas estadounidenses, sería rechazado en base a la Primera Enmienda de la Constitución.

Enseñar el pecho femenino o el desnudo completo, sin embargo, va contra las leyes de decencia o incluso de incitación al sexo en muchos lugares del país. El puritanismo intrínseco estadounidense llega a veces a límites insospechados, como en Montana, donde bañarse sin ropa puede costar seis meses de cárcel para la primera infracción , y un año para los reincidentes. Hasta en trece estados, violaciones de este tipo exigen que los infractores se den de alta en el registro de ofensas sexuales.

Pero EE.UU. es también un mundo en la definición de decencia: en Nueva York, Hawaii, Maine, Ohio y Texas, las mujeres pueden estar en « topless » en todos los sitios donde les sea permitido a los hombres. La misma mujer puede pasear sin cubrir su pecho por la Quinta Avenida, pero no bañarse desnuda en un lago remoto de Montana.

Escandinavia: Nudismo y «burkini»

Se podría decir que el nudismo forma parte de la cultura escandinava. Está permitido en los 4,500 kilómetros de costa danesa, mientras que, en Noruega y Dinamarca, además de las playas nudistas, existen muchas zonas del litoral donde llevar traje de baño es opcional .

También es habitual ver a mujeres tomando el sol en topless en los parques de las ciudades escandinavas aprovechando los escasos días calurosos del año .

Y, si el desnudo no causa ninguna sorpresa, tampoco molesta el «burkini», cuya irrupción ha dejado sin excusas a escolares musulmanas que se negaban a tomar clases de natación en los colegios.

Kenia: bikinis solo para turistas

Kenia está compuesta de más de 40 tribus y algunas de ellas ven el hecho de que las mujeres enseñen sus pechos o piernas como algo natural .

Pero no es el caso en la costa, donde la mayoría de los turistas van y la mayoría de la población es musulmana. Aunque raramente se cubren el pelo, las mujeres locales se suelen bañar en el mar en camisetas y « lesos » o « kikois » (la forma tradicional de pareo.) Las turistas en cambio, se pasean en biquinis minúsculos. Algunas – a menudo italianas o españolas – hasta toman el sol en «topless» sin darse cuenta del insulto que esto supone a los hábitos de la comunidad local.

Para los kenianos de la costa ver mujeres con tan poca ropa les hace sentir incómodos, pero la mayoría de la industria local depende de extranjeros que van a disfrutar de sus playas.

Hace dos años, la senadora Emma Mbura pidió a las mujeres de la costa que mostraran sus pechos en la playa para así atraer a más extranjeros. La iniciativa fue rechazada por las mujeres de la región costanera argumentando que Kenia tiene mucho mas que ofrecer que exhibicionismo .

China: taparse por motivos estéticos, no religiosos

En las playas de China también se ve un siniestro burka facial con el que las bañistas se cubren la cabeza, pero no lo hacen por motivos religiosos , sino estéticos.

Como ocurría hace varias décadas en España, el motivo es que el ideal clásico de belleza femenina en China se basa en la piel blanca, que se solía asociar con la clase alta que no necesitaba tostarse al sol trabajando cada día.

Cuando llega el verano, muchas mujeres aún se tapan hasta el cuello y se protegen con sombrillas para protegerse del sol . Pero, en realidad, a las mujeres chinas, sobre todo a las más jóvenes y atractivas, les gusta bastante enseñar el cuerpo, como se aprecia en la epidemia de « piernits » que se propaga por todas las ciudades con el buen tiempo, cuando sacan del armario sus diminutos pantalones cortos. Aunque las jóvenes se muestran cada vez más disputas a lucir palmito con bikinis o haciendo «topless», el nudismo no está permitido y apenas hay playas de este tipo.

India: de los digambara al nudismo

En ciertos países del Sudeste Asiático, la ausencia en ocasiones de un código oficial en playas y otros lugares de baño ha sido malinterpretada históricamente (sobre todo por los turistas occidentales) como una total acracia de la vestimenta .

Con ciertos conflictos, eso sí. En Malasia, país de mayoría musulmana, seis personas eran condenadas a un mes de cárcel en 2014 durante la celebración de un evento nudista en la playa de Teluk Kampi . Entonces, fueron acusadas de cometer actos obscenos en un lugar público.

Sin embargo, en contraste, también hay espacio para la liberación total de las ataduras de la indumentaria . En la India , por ejemplo, los seguidores del digambara, una de las dos principales escuelas del jainismo, apelan por la desnudez ascética: el verdadero monje debe desprenderse del ropaje. Sin él, ya no estará sujeto a consideraciones sociales.

Singapur: 90 días de cárcel o 2000 dólares de multa

En ese país donde la desnudez es considerada pornográfica, lo más extraño es que pueden meterte preso aún estando desnudo dentro de tu propia casa si ese lugar está expuesto al público.

Por ejemplo, si te pasas desnudo frente a la ventana y alguien te ve, las leyes estipulan que los policías pueden meterse en tu casa y sacarte a la fuerza .

Egipto: del cuerpo descubierto al «niqab» o «burkini»

En 2009, cuando Egipto recibía todavía casi 15 millones de turistas extranjeros, algunos hoteles y resorts de la costa norte empezaron a negar -según denunció entonces la Hermandad Musulmana- el acceso a playas y piscinas a mujeres que no utilizaran el «dos piezas».

Sin embargo, los tiempos han cambiado, y en Egipto es cada vez más común el uso del «burkini», una moda relativamente nueva que, según sus defensoras, permite a mujeres veladas que antes se verían relegadas a observar desde la arena disfrutar de un baño sin exponer su cuerpo . En esta línea se expresó la jugadora de voley playa egipcia Doaa El Elghobashy , que saltó a la fama por el contraste con sus contrincantes alemanas: «Si la Federación me obliga a quitármelo (el hiyab, las mallas y la manga larga, sólo permitidas en los últimos años como opción frente al bikini), no jugaría».

Maya, musulmana creyente que normalmente lleva el hiyab, cuenta a ABC que ella prefiere en cambio usar el bañador (con el pelo descubierto), un modelo menos escueto que los usuales en España y que sigue siendo más común en las playas egipcias que el « burkini » . Sara, cristiana copta, también prefiere el bañador, incómoda con la piel que expone el bikini. Explica que en las piscinas cubiertas de El Cairo, algunas chicas, incluso musulmanas, llevan bikini, pero sólo en las zonas y los días reservados exclusivamente para mujeres.

Si bien hace no muchos años egipcias y extranjeras se bañaban sin problemas en las playas públicas , el aumento del islamismo, la propaganda wahabista en televisión y las avasalladoras olas de acoso a la mujer han motivado el uso cada vez más extendido del hiyab o incluso el niqab, que cubre el rostro y el cuerpo, así como del « burkini ». «Las chicas no llevan bikini para evitar el acoso», señala Reda, un joven de la costa norte.

Llevar bikini en una playa pública egipcia no conlleva ningún tipo de sanción, a diferencia de otros países como Emiratos Árabes Unidos, que en 2013 « recomendó » a las mujeres cubrir su cuerpo en determinadas playas públicas. Según artículos publicados entonces en medios locales, la policía municipal de Ras Al Jaimah instó a «usar el sentido común» y vestir con modestia.

La solución en muchos casos ha sido la segregación: en las playas de Ain Sukhna, el resort de sol y playa más cercano a la asfixiante El Cairo, los bikinis y ombligos imperan a sus anchas . Las playas son privadas: a la entrada de cada complejo de hoteles o apartamentos un par de guardias impiden el paso a discreción del código propio del resort.

Marruecos: hasta dos años de prisión o expulsión

El artículo 483 del código penal marroquí dice: «Cualquier persona que comete públicamente cualquier acto obsceno u ofende a la moral pública al aparecer voluntariamente desnuda será sancionado con prisión de un mes a dos años y multa de entre 200 a 500 dirham ».

Esto se entiende cuando la desnudez fue utilizada como acto de protesta. Por ejemplo, en una manifestación, dos activistas femeninas se pusieron en « topless » y luego se besaron entre ellas en una protesta por los derechos de gays y lesbianas.

La policía las arrestó bajo cargos de desnudez y por lesbianismo, ya que en ese país la homosexualidad en todas sus formas es considerada un delito.

Siria, uno de los países más severos con los infractores del código de vestimenta

Otro país con las sanciones más duras contra los infractores del código de vestimenta.

Pero esto no fue hasta que Estado Islámico se adueñara de gran parte de este país e implementara leyes bastante conservadoras. Basándose en la interpretación más fundamentalista de la Sharia (ley islámica), una joven de 19 años, fue condenada a 40 latigazos por vestir una camiseta de manga corta en una foto de Facebook.

Imaginen que ocurriría si alguien decidiera mostrar públicamente su desnudez.

Turquía, cada vez más abierto al bikini

En Turquía los « burkinis » se han convertido en una prenda habitual de sus playas , aunque todavía son minoría. En una mañana de agosto cualquiera, en una playa cercana a Estambul, las mujeres con bikinis superan con creces a las que deciden taparse también en el agua. Además, las provincias costeras del oeste y del sur del país son los bastiones de la Turquía laica.

La razón, más que el hecho de que haya más mujeres que deciden ponerse el «burkini» , es que durante los últimos años la mujer procedente del ámbito conservador y religioso ha ganado terreno. Y muchas, al contrario que antes, deciden ir a disfrutar del mar. Antes, esta costumbre prácticamente era común únicamente entre las mujeres del sector más laico . Y eso que el velo solo estaba prohibido en las instituciones públicas, no en la calle.

No obstante, la polémica no ha desaparecido en Turquía. Hace dos años se abrió en la sureña provincia de Antalya la primera playa exclusivamente para mujeres . Diversos grupos activistas criticaron la medida como un nuevo intento del Gobierno de segregar a las mujeres.

En Turquía no hay multas por hacer «topless». Aun así, prácticamente nadie lo hace en playas públicas. La turca es una sociedad mayoritariamente conservadora. Y no solo por los más religiosos, sino que entre algunos sectores laicos también están extendidas ciertas ideas tradicionales que no ven con buenos ojos ni el «topless» ni el nudismo.

Latinoamérica se atreve poco al nudismo

El nudismo no es una práctica extendida ni abierta en los países de Latinoamérica. En la mayoría se «tolera» en playas (pocas) que deben estar habilitadas.

En Argentina la primera fue Playa Escondida, inaugurada en el 2001 en uno de los límites del balneario de Mar del Plata. En Villa Gesell se encuentra la otra (de momento son dos las populares). En ambas es preciso ser mayor de edad o en su defecto ir acompañado de los padres y está terminantemente prohibido tomar fotos, consumir alcohol, fumar o tener relaciones sexuales. Los «nudistas» que se animen a colarse en otras playas sin traje de baño se considerarán exhibicionistas y podrán ser «reprimidos con multas de mil a quince mil pesos» (de 60 a 908 euros) y a penas de « de prisión de seis meses a cuatro años » si hubiera menores.

En Perú tienen más problemas en impedir el turismo nudista en Machu Pichu que en las playas. En la milenaria ciudad inca las autoridades tuvieron que ponerse firmes hace un par de años para detener la fiebre de turistas extranjeros que les dio por meditar o correr desnudos entre las ruinas declaradas patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco.

En la costa, en la playa de Puerto Viejo (Lima), es donde se dan cita los « naturista s». En México únicamente la playa de Zipolite acepta el nudismo.

Lo mismo sucede en Chile con Playa Luna mientras que en Colombia son dos las habilitadas, la de Taganga (dentro del Parque Tairona) y la de Vocagrande, de libre acceso, en Cartagena de Indias. En Venezuela oficialmente no hay playas nudistas pero, como en el resto de América, las hay. Mono Manso, en Chuspa, es la más famosa.