Baleares tiene «sobre la mesa» poner en marcha nuevos cierres perimetrales

Gómez ha comparecido en rueda de prensa junto con la consejera de Administraciones Públicas, la socialista Isabel Castro, tras haberse reunido ambas con las patronales del sector de la restauración para analizar la situación actual y ofrecer un mensaje común sobre la necesidad de cumplir las normas de seguridad para evitar que continúe la propagación de los contagios. En ese contexto, la consejera de Salud ha agradecido «profundamente» al sector de la restauración las medidas de prevención adoptadas en los últimos meses. «Minoritariamente, algunos lugares sí necesitan un refuerzo en las medidas de protección de cara a los ciudadanos», ha puntualizado.

Durante su comparecencia, la consejera de Salud ha confirmado que la incidencia acumulada a 14 días en Palma se sitúa ahora por encima de los 700 casos de coronavirus por 100.000 habitantes, mientras que en el conjunto de Baleares la incidencia era este miércoles de 535 casos por 100.000 habitantes. «La evolución de la incidencia acumulada en Baleares es muy alta», ha reconocido Gómez, una situación que preocupa «especialmente» en el caso de Mallorca. Cabe recordar que dicha isla se encuentra desde el pasado 15 de diciembre en el máximo nivel de alerta sanitaria —cuatro—, al hallarse en una situación de riesgo extremo.

En Mallorca, que cuenta con 53 municipios, 40 localidades tienen hoy una incidencia acumulada a 14 días superior a los 250 casos por 100.000 habitantes, que es el umbral de riesgo máximo fijado por el Ministerio de Sanidad. A ello habría que añadir que la incidencia en Baleares sigue siendo la más alta en el conjunto de España. En ese contexto, Gómez también ha confirmado que la media de nuevos positivos diarios en las Islas se mantiene en unos 500 aproximadamente. Este miércoles se han contabilizado, en concreto, 567 nuevos casos de Covid-19 en Baleares. « No tenemos una explicación única para este incremento de casos durante el mes de diciembre, pero sí que pensamos que estamos en un momento muy delicado», ha recalcado la consejera, que una vez más ha apelado a la «responsabilidad» de la ciudadanía «por el bien de todos».

El punto de inflexión negativo en Baleares cabe situarlo, como ha ocurrido en otras comunidades, en el puente de la Constitución. Las primeras decisiones para intentar atajar la actual tercera ola en el Archipiélago se tomaron justo después de dicho puente. Así, el Ejecutivo que preside la socialista Francina Armengol decidió adelantar el toque de queda en Mallorca a las 22.00 horas a partir del 9 de diciembre. Esa restricción se mantuvo durante la Nochebuena y la Navidad, así como también la limitación de un máximo de seis personas en las comidas familiares. Ambas medidas continuarán en Mallorca más allá de la festividad de los Reyes Magos, lo que significa que no habrá ningún cambio en Nochevieja y en Año Nuevo. Precisamente, el Govern ha recomendado este miércoles a la población de Mallorca « no salir de casa para celebrar la Nochevieja ».

Más allá de todos los datos citados, la consejera de Salud ha querido lanzar un mensaje de «confianza» en el sistema sanitario de Baleares, al mismo tiempo que ha destacado que la ocupación de camas hospitalarias se encuentra al 35% en estos momentos. Aun así, su departamento ha acordado suspender la actividad quirúrgica ordinaria en los hospitales mallorquines de Son Espases —el de referencia en las Islas—, Son Llàtzer e Inca. Además, el Govern decidió el pasado lunes suspender todos los permisos navideños a los sanitarios de Son Espases, por la presión asistencial cada vez mayor que está sufriendo.

Como se ha indicado ya, para intentar revertir la actual situación el Govern ha endurecido las restricciones horarias hasta ahora vigentes en Mallorca y además está llevando a cabo cribados masivos entre la población de la isla. Tras las recientes pruebas diagnósticas realizadas en el municipio mallorquín de Inca, entre el lunes y hoy se están haciendo dichas pruebas en la zona básica de salud palmesana del Rafal Nou.

Por otra parte, ayer entraron en vigor en Mallorca las nuevas restricciones aprobadas el pasado lunes por el Consejo de Gobierno para procurar detener el avance de la pandemia en la isla mayor del Archipiélago. Así, el cierre de bares y restaurantes en Mallorca se ha adelantado a las 18.00 horas . Aun así, dichos establecimientos podrán ofrecer «take away» hasta las 22.00 horas y servicio a domicilio hasta las 00.00 horas. Además, de momento se mantiene sin cambios la disposición actualmente vigente que establece que en el interior de esos locales no puede haber clientes, mientras que en las terrazas está permitido un aforo del 75%.

Por lo que respecta a los comercios y las grandes superficies de Mallorca, desde ayer deben cerrar sus puertas a las 20.00 horas, si bien han quedado exentos de esa prescripción los comercios considerados esenciales, así como las gasolineras. Por otro lado, una limitación momentánea que sólo afectará a los centros comerciales y a las grandes superficies es que no podrán abrir los fines de semana y los festivos. En cuanto al toque de queda en la isla mayor del Archipiélago, se mantiene sin cambios, es decir, a las 22.00 horas. Todas las medidas que entraron ayer en vigor tendrán una vigencia inicial de quince días, hasta el próximo 11 de enero.

Las islas de Menorca, Ibiza y Formentera están mejor que Mallorca, pero su situación epidemiológica tampoco es buena. Precisamente, Formentera pasó ayer al nivel tres de alerta sanitaria —riesgo alto—, debido al incremento de casos que ha habido en dicha isla desde mediados de diciembre. Un hecho decisivo en ese cambio de tendencia en Formentera fue el brote que nació de una comida celebrada tras un velatorio. En cuanto a Menorca e Ibiza, se mantienen por ahora en los niveles tres y dos de alerta respectivamente.